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Ene2007Moda eclesiástica
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Ene
Menos músculo y más espíritu. Por extraño que les parezca, es el lema de la nueva colección de moda masculina de Donatella Versace. Sí señor. ¿A que no saben en quien está inspirada? Pues en el secretario particular de Benedicto XVI, el sacerdote alemán Georg Ganswein.Este tipo alto, de complexión atlética, ojos azules y rubios cabellos, es el más in de lo cool, el más fashion de los iconos pret a porter en la posmoderna Italia, tanto para inspiración femenina como para imitación masculina.
Sí: el primer clérigo que abarrota con su solo porte las portadas de la itálica península. Versace se ha inspirado en él, y sólo en él, para su última colección. La describo para ustedes:
Ascéticas texturas en toda la gama del negro. Mínimas y cerradas costuras en chaquetas, guardapolvos, tres cuartas y trenchs, como la esbelta túnica de Georg. Largas y sotaniles botonaduras en espalda, manga u hombros. Blancas camisas (y algún gris fila-filado) con cuello clergymen, sin ni un adorno. Cárdenas cazadoras cuello mao. Y, claro, como una prenda es toda su escenografía, los modelos son chicos de afilado mentón y serias cejas. Rubios. Corte de pelo al plato y casi como despeinado o peinado al estilo olvídese de su peinado. Macilentos rostros, guantes negros. Claustrofóbicos botines acordonados. Oscura marroquinería de corte limpio y, a ser posible, único.
Todo ello al servicio de un hombre serio, ascético, espiritual, sencillo, trascendido, de humilísima elegancia. Como Georg. Deportivo y distante, como Georg. Como si Georg no se cuidara, no hiciera deporte, no supiera que tiene rostro, que tiene cuerpo, que sus gestos son observados. Como si al pobre le importara todo esto.
No sabía que mis apolilladas camisas alzacuellos pudieran inspirar tanto a la hermanísima de Gianni. Claro, puestas en otro cuerpo. Pero así es. Y hacen furor, o al menos eso dicen. Tendré que desempolvarlas. ¿Es un signo de los tiempos? ¿Vuelve el cristianismo a tener influencia en la sociedad...? No sé, estoy confundido. ¿Debo volver al gimnasio o esperar, por el contrario, a que la gracia realice su efecto también en mi físico?
¿Es Donatella Versace una nueva Zurbarana? ¿Es que la pobre no ha entendido nada? ¿O acaso entiende demasiado y recurre al viejo, morboso y manido truco del cura guapo, pues todo lo prohibido es atrayente? Si es eso, yo sé de alguna miss metida a carmelita de clausura. Pero me guardo la exclusiva hasta que tenga diseñada mi propia colección. La llamaré: menos colágeno y más ayuno.Perdónenme, pero más vale tomar a risa ciertas cosas...