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May2015De la amistad y la mentira.
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May
De vuelta en este blog después de una pausa necesaria para atender otras prioridades. Misión cumplida: ya sólo queda defender mi tesis.
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Empezamos con la recién estrenada película "Felices 140". Una mujer desea celebrar su cuarenta cumpleaños rodeada de las personas que más quiere. Alquila una casa espectacular en una isla lejana e invita a sus mejores amigos, incluida su hermana, su cuñado y su sobrino, para pasar un fin de semana de amistad y celebración.
Lo ha preparado todo a conciencia sin escatimar en ningún gasto, piano incluido como regalo a un amigo, un antiguo amor, que es un excelente músico sin fortuna. No, no tiene ninguna enfermedad terminal, no va a morir pronto ni nada de eso. Simplemente le han tocado 140 millones de euros en el juego de los euromillones. El arranque parece simplista.
Pero la situación se complica. Comienzan a aparecer sentimientos que han estado latentes largo tiempo: recelos, problemas de pareja, amores no superados. La protagonista (una Maribel Verdú extraordinaria) es guapa, inteligente, feliz, triunfa y disfruta con su trabajo… Al fondo de la trama se encuentra una envidia revestida de formas diferentes y hasta de admiraciones diferentes. Ha querido compartir con las personas que más quiere un momento a la vez feliz y de crisis personal, la crisis de los 40, y, en cambio, va a descubrir lo que en realidad sienten hacia ella estos amigos más allá de las apariencias.
Un incidente destapa los sentimientos; el hecho de que ahora sea multimillonaria no hace más que exacerbar la incomodidad, a la vez que provoca que todos quieran sacar partido de esta nueva situación.
Desde que vi hace muchos años “Cuando vuelvas a mi lado” soy fiel seguidor del cine de Gracia Querejeta. Las relaciones humanas, las crisis de identidad personal y de pertenencia, las cuentas no saldas con el pasado, amores no resueltos, son el tema de su filmografía; historias donde la trama siempre nos lleva a profundizar en el ser humano. Como ocurre aquí, sin aspavientos, sin retóricas ni alardes formales, sino con una verdad sostenida, una emoción siempre pegada a la realidad.
En suma: una película absolutamente necesaria para ver, si es posible, junto a alguien que amamos. Porque al final el regalo, quizá el único verdadero regalo de cumpleaños que recibe la protagonista, es el regalo de la verdad: pensaba tener un pequeño puñado de amigos y no tiene ninguno. Casi.
Al día siguiente de la presentación en Granada de su excepcional “Insectario”, Jesús Montiel escribía en su muro:
Mientras redacto un trabajo académico sobre Dios y el lenguaje, llega la noticia del
Estaba pendiente la segunda parte de Nimphomaniac. Así como la primera no pareció gran cosa -una retahíla de saltos atrás desde la narración de la protagonista, una reconstrucción de su ninfomanía retrotrayéndose hasta la infancia- la segunda parte muestra en realidad que se trata de un todo, un todo de 5 horas de duración partido en dos para hacer soportable esta cinta de uno de los directores más controvertidos, pero que, sin duda, ha dado a la pantalla algunas de las películas más geniales (Bailando en la oscuridad, Rompiendo las olas) de las décadas recientes.
Siguen llegando libros. Cada uno de ellos supone una alegría distinta. De momento no puedo, como sería mi deseo, entregarme a dar cuenta de todos con la dedicación que merecen. En un par de meses me pondré a reseñar loco de contento tantos versos compartidos y así también reactivaremos un poco este blog que anda descuidado en favor de Facebook.
En el principio ya existía la belleza. Y la belleza estaba junto a Dios. Y la belleza era Dios. Vino a los suyos la belleza. Pero los suyos no la recibieron. Prefirieron la fugacidad de la belleza a la belleza misma. Los suyos siguen en su busca. La alcanzan y la pierden. Con demasiada rapidez, con avidez incompatible. A tientas tantas veces.
Una persona culta podría echar mano de El Lazarillo o La Celestina para apuntalar un texto con la debida erudición pero difícilmente citaría Carmina o revienta sin pasar por burdo o paleto ante sí mismo o su auditorio.