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Abr2008Del idealismo al consumismo
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Abr
La publicidad es una expresión artística característica de nuestro tiempo. Su arte consiste en incitar, de la manera más original y efectiva, hacia un determinado comportamiento o una determinada acción.
Les comento un anuncio que, con sentido de la ironía, nos ilustra un asunto importante para los cristianos. La revista FP anunciaba, con la imagen que les pongo aquí, su último número, dedicado al mayo del 68. Los artículos de esta edición analizan qué queda de aquellos ideales y cómo el consumismo ha ido ganando para su causa a no pocos de los que en su juventud militaron en los diferentes frentes en que se combatía en nombre de la libertad. Yo no lo viví, faltaban unos años para nacer, pero muchas veces he conversado con los hermanos sobre cómo el escenario que a mi generación y las generaciones más jóvenes que la mía nos toca vivir es diferente al que vivieron nuestros padres o los frailes que nos preceden en una cierta edad.
Si el Evangelio ha de tener en cuenta el contexto en que se predica, creo que, desde el punto de vista religioso, en el contexto español, europeo, occidental, democrático, liberalizado, consumista... (otros contextos son otra cosa) la misión del cristianismo no será primeramente la de comenzar por romper supuestas opresiones familiares, políticas, sociales, de clase o falta de libertad de pensamiento, opción política, religiosa o moral,... cuanto la de liberar a la persona de la esclavitud de vivir sin Dios o de espaldas a él, que es, si queremos ir al fondo de las cosas, la fuente principal de la infelicidad humana desde la antropología cristiana y su primado de la persona. Pues son las personas las que hacen las estructuras y las estructuras sólo pueden cambiarse desde el cambio en las personas. Sólo después de esto, que supone conversión poco a poco del corazón, podrán cambiarse realmente el mundo y las ideas.
El escenario de la predicación ha cambiado, para bien o para mal. Basta añadir una lista de precios a una fotografía para ilustrar en qué sentido cambian los tiempos: del idealismo al consumismo. Pero ilustrado con gracia.



-Llora un poco más, y completamos la colección de este otoño.
Cada uno de los pañuelos, de lino o algodón cien por cien naturales, estaría impregnado con un llanto distinto de la artista. La razón del llanto daría título a cada una de las piezas: “Incertidumbre nº. 
En las pasadas Jornadas de Mariología en
reposo.


Yo quería haber realizado, escrito, una verdadera obra de arte antes de cumplir los 35. Y voy, jeje, camino de no conseguirlo. Por lo que, en esta vida dominicana que he tomado, tendré que consolarme con incluir ese deseo incumplido como una más de las renuncias de mi voto de pobreza. (El que no se consuela es porque no quiere).
Las dos películas derrochan inteligencia y buena construcción. Consiguen ese milagro de, al final, con-fundir vida y arte. Muchas horas de lectura, esfuerzo, síntesis... En España, por ser este país de ricos nuevos que hemos llegado a ser, se nota que nos alimentamos de mala cultura –no generalizo- y nuestras creaciones son planas, tópicas, poco originales, ancladas en la trasnochada dialéctica progre versus carca y viceversa, subvencionadas... Véanse, si no, los pésimos resultados del cine español de este año.
Es un gran error ese que, movidos por cierto complejo y cierta culpa, hemos cometido en nuestro catolicismo con pretensiones de actualidad. Consiste en dejar fuera de nuestras categorías conceptos que no son sólo conceptos sino realidades contundentes de la vida. Por ejemplo: relegar al olvido palabras como sacrificio o expiación.
Tienen, claro, que venir algunos artistas o simplemente algún buscador de intensidad para retomarlas. Y entonces nos queremos incorporar a la actualidad de aquello que nosotros mismos habíamos defenestrado.