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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

18
Ene
2008

Expiación (I)

4 comentarios

Es un gran error ese que, movidos por cierto complejo y cierta culpa, hemos cometido en nuestro catolicismo con pretensiones de actualidad. Consiste en dejar fuera de nuestras categorías conceptos que no son sólo conceptos sino realidades contundentes de la vida. Por ejemplo: relegar al olvido palabras como sacrificio o expiación.

 

Y es un gran error porque el sacrificio y la expiación están presentes irremediablemente en la vida. Si nuestro cristianismo los margina o relega, se queda sin responder a algo que, de suyo, ya está marcando nuestra existencia. La expiación existe, nos demos o no cuenta de ella. Expiamos errores, expiamos decisiones, expiamos opciones, expiamos culpas, expiamos omisiones, expiamos maldades, expiamos cegueras. Las cosas se pagan. Aunque nadie nunca lo sepa, las podemos estar pagando durante toda nuestra vida. La fe lo que hace es inundarlas de sentido. Sin ser asumidas por la fe, se expían demasiado humana, desesperada y angustiosamente. La fe las transmuta en partos de redención, de renacimiento, de superación y de esperanza. Las santifica.

 

Pero por aquello de querer agradar, de actuar clientelistamente, omitimos nombrarlas y por lo tanto rebajamos la vida y su carga existencial inherente a un cristianismo light y sentimentaloide que al final acaba por no ser atractivo para quien busca respuestas rotundas y vive su condición humana a todo riesgo.

 

Tienen, claro, que venir algunos artistas o simplemente algún buscador de intensidad para retomarlas. Y entonces nos queremos incorporar a la actualidad de aquello que nosotros mismos habíamos defenestrado.

 

Se acaba de estrenar la película Expiación, la versión de la novela homónima de Ian MacEwan. Me parece conmovedora. Volveré a hablar de ella. Porque ahora sólo quería apuntar a ese pseudoprogresismo para con la fe que lo único que hace es depauperarla y, lo más triste, dejarnos sin redención experiencias que son y que se imponen como puños en la vida, con tal de que queramos reconocerlas.

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resurrexit
19 de enero de 2008 a las 11:16

Habrá que estar alerta, no sea que despues de años de sacudirnos " la culpa" de de-construcción de la herencia de nuestra mal entendida educación judeo-cristiana ( Freud, Jung...), volvamos a recuperar una mala comprendida "expiación" que ¡Oh sorpresa...¡ vaya novedad...tiene que ver con el "sexo mandamiento" y una mujer arquetipo de Eva...( mona monísima, mala malísima). Ya se sabe,Eva entrada de todos los males de la humanidad. ¡ Por favor ! que ya pasamos siglo, y estamos en otro paradigma señores, no volvamos a las andadas del siglo XX! Las mujeres inteligentes, que son la mayoría, ya dejaron atrás vetustos arquetipos. Arquetipos masculinos y femeninos, ampliamente rebasados por un nuevo tipo de hombres y mujeres,que establecen nuevas relaciones. Culpas y expiaciones....lo que hay que ver todavía. Cristo Resucitado nos redimió a todos t todas de una vez para siempre: ¡ Aleluya!.

senetista
19 de enero de 2008 a las 20:00

Amiga resurrexit. Ya sabes lo que dice San Pablo de los que niegan la cruz de Cristo o están contra ella.

javier
20 de enero de 2008 a las 06:04

El film trae a mi memoria esta reflexión:
"Cristo nos liberó del agente de muerte y de condena que era la ley ( 2 Cor 3,7-9). Agente de muerte porque centra al hombre sobre sí mismo en un intento desesperado por salvarse ( Rm 7). Por eso Dios ha querido liberarnos de la angustia del pecado, para hacer posible en nosotros un encuentro fecundo y transformador con la vida. Liberados de los atolladeros de la culpa, se hace posible una adhesión al reino, más allá de una desesperada búsqueda de salvación personal.El Dios grande, mayor que nuestra conciencia, el Dios vivo y gozoso, el Dios libre y libertador, ha quedado empequeñecido según el tamaño de nuestra conciencia y nuestra inconsciencia. Se ha convertido en un Dios de muerte y de tristeza, en un Dios oprimido y opresor por obra y gracia de la culpa. Dios nos liberó del pecado...se hace urgente liberar a Dios de la culpa....que le devolviéramos su vida. Podríamos así descubrir un Dios gozo.
Carlos Dominguez Morano S.J: Creer despues de Freud. Ed.Paulinas.

lola
22 de enero de 2008 a las 13:11

el sacrificio es fundamental y necesario en la vida, sin el nos va todo mal, ¿no se sacrifica una madre y un padre por sus hijos?¿no se sacrificna unos hijos por sus ancianos padres?¿no se sacrifica el estudiante, el deportista, el enfermo?,¿no se ha de sacrificar el que tiene para compartir con quien le falta? sin sacrificio no hay nada, y asi nos va.
La gente es y vive de forma tan egoista, sin sacrificarse por nadie, y asi estan depresivos y ansiosos. Lo siento, sacrifiquense por amor y por el Amor y veran que felices son

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