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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

22
Sep
2007
Neobarroco
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Volví hace unos días de un congreso sobre el barroco, y una de las conferencias a las que no me pude quedar trataba sobre la época neobarroca en la que, supuestamente, vivimos. Como coincidí con el conferenciante en los ratos libres, me contó por encima de qué iba a hablar. Se trata del carácter abigarrado, saturado, efectista, sensitivo y sensual, provocador, emotivista, etc., de la época en la que vivimos. Mutatis mutandi, a eso se refiere el carácter neobarroco de nuestro tiempo.

 

Afecta a todo: al famoseo, a la vacuidad de muchas manifestaciones, al desfondamiento de algunas éticas, al maquillaje continuo y mutante de muchas ideologías,...

Especialmente afecta, al arte: entre tanta propuesta ¿cómo destacar? Ante la incapacidad de aportar una sugerencia de las que nacen de los estratos profundos del alma o del cuerpo, ¿por qué no insultar a los cristianos con imágenes obscenas de sus personas y símbolos sagrados? No he visto la exposición de Ibiza. Mejor no hacerle ni caso, porque eso es lo que busca: publicidad. Ni una palabra más, pues.

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13
Sep
2007
Se canta lo que se gana
1 comentarios

Acababa el otro día con la pregunta de si el dolor es necesario para ser poeta. Era Machado quien decía que se canta lo que se pierde... Y, gracias a Dios, no parece tener razón del todo.

¡Hay tanto que cantar! Hasta hay cosas que se ganan porque se cantan.

En una reciente entrevista al poeta Carmelo Guillén (pinchar) en Poesía Digital  (pinchar) he encontrado respuestas a la pregunta, tan manida por otro lado, por el dolor de la poesía. Y es que, como dice un amigo, somos geniales inventando dramas. Y los artista, mucho más... nosotros y nuestro dolor. ¡Qué poco pregonan los santos su dolor! Lo sabio es buscar con el arte sanación. El controvertido Jodorosky (pinchar) decía, tras la muerte de su hijo, que sólo le interesa el arte que cura, no el que busca mostrar las geniales neurosis del artista.

Les dejo con un poema sacado de la citada entrevista con Carmelo Guillén. Ya verán cómo ayuda...

Se canta lo que se gana

                                   (Frente a Antonio Machado)

Empezaré dejando las cosas claras:
yo canto lo que gano cada jornada.

De verso melancólico me libre Dios,
que de amable memoria es mi canción.

Voy sufriendo en la vida mis propias guerras
pero no quiero penas por compañeras.

Bien me sé lo que dejo y lo que llevo,
a todo lo que tengo saco provecho.

Mala amiga del hombre es la tristeza,
sobre todo si habita dentro de ella.

Nunca se pierde nada; cuanto se vive
es un don gratuito que nos redime.

Lo que se deja atrás, nunca es lo nuestro;
lo que se es se canta, ése es mi sello.

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5
Sep
2007
Septiembre
2 comentarios

A veces la belleza paraliza. La realidad, cuando es bella y cuando nos tiene completamente sumidos en su goce, se parece a un sueño del que no se puede salir.

Septiembre me ha sumido en él. Las tardes son dulces y el mar aún perdura como una especie de espuma en mi memoria. Los abrazos irracionales de mi sobrino aún me aprietan el corazón y los largos días de conversación con mi mejor amigo me han devuelto una cierta extraña cordura que ya me hacía falta.

Las cosas malas que me ocurren en septiembre siempre me duelen menos. Es mi segunda Pascua y Dios se vale de cualquier mínima textura, luz o recuerdo para llegar a mí. Bastará el olor de los membrillos para reconciliarme con los frutos de la tierra y del cielo.

Doy por bueno todo, hasta la perdurabilidad del daño en las partes de mi alma que el pecado siempre aflige con pecado de tristeza.

Escribo esto mientras escucho a Dolores O´Riordan y su Ordinary Days. Sin embargo, los ordinarios días de septiembre no me dejan escribir lo que yo quiero decir realmente: todos los versos del verano me parecen absolutamente feos. Pero el verano ha sido muy hermoso y prefiero vivir la hermosura que escribir sobre ella o provocarla con artificios verbales. Así que hasta la falta de inspiración poética que arrastro me provoca un canto agradecido al Señor de la belleza, que ahora que me rodea de ella no me la deja decir.

Tan sólo una pregunta: ¿será que es necesario el dolor para ser poeta?

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18
Jul
2007
Santas vacaciones
5 comentarios

 

Una tarea de la literatura es hacer versión de sí misma, de sus temas y sus tópicos, que es algo así como hacer versión de experiencias y tonos y formas de lo que han vivido otros.

En el libro de Juan Meseguer, del que ya hemos hablado, he encontrado una versión muy original del antiquísimo tema del beatus ille que me sirve para despedirme del blog por unos días de vacaciones.

 

BEATUS ILLE

 

POR diversas razones

lo aconsejan:

descansa, amigo mío,

y vete con los tuyos

unos días al campo;

estrena un traje nuevo

(de sport a ser posible),

escucha tus cedés

favoritos,

disfruta del verano,

de las heladerías,

y déjate querer

al sol que más calienta.

Lo tienes merecido:

has trabajado duro

estas semanas.

Si quieres yo te dejo

mi coche,

o te busco una casa

en el monte,

o en la playa,

es lo mismo,

pero cambia de ambiente,

pasea,

estira las piernas,

                               anda,

haznos a todos el favor.

 

De Bancos de arena

 

Lo dicho, santo y feliz descanso veraniego.

 

 

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5
Jul
2007
Bancos de arena
0 comentarios

El teólogo llega a las verdades después, mucho después de que el hombre santo haya llegado. Y el filósofo llega también a una verdad, cuando es verdad, mucho despuésde que lo haga el poeta.

 

A veces hasta se cruzan las relaciones: el poeta puede llegar antes al fulgor de una verdad antes que el teólogo. Puede ser, quizá, porque el poeta, por su camino de palabras, se andentra más rápido en el sendero de la luz.

 

Les ofrezco, como ejemplo de lo dicho, un poema de Juan Meseguer Velasco. Disfrútenlo y hagan propio su mensaje: dice lo que alguna teología aún se resiste a decir.

 

 

BANCOS DE ARENA

 

Hemos fracasado

sobre los bancos de arena del racionalismo,

ha dicho con acierto Urs Von Balthasar.

Pero

no se detiene aquí el perspicaz teólogo,

y añade:

demos un paso más y volvamos a tocar

la roca abrupta del misterio.

 

Los sentidos del mundo

entran en convulsión;

revientan en pedazos contra muros de piedra.

Mientras tanto,

los filósofos racionalistas se entretienen

en su meditación de estufa.

Hace frío.

                       (La razón desconoce

alternativas dignas al misterio).

 

Afortunadamente el siglo XX

-explica Ignacio Sols,

catedrático de ciencias exactas-

fue, en parte, como una bocanada de aire fresco.

Convenía.

Desde hacía dos siglos

el pensamiento estaba muy cargado.

Había que volver –añade-

a la filosofía abierta al ser,

nacida

en las playas soleadas del Egeo.

 

Demos un paso atrás y volvamos a tocar

la arena de las playas del Egeo.

Devolvamos al ser su consistencia,

su carne de misterio.

Levantemos, como una sola torre,

nuevos bancos de arena.

De Bancos de arena. Rialp 2006 

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26
Jun
2007
Se fue la primavera
1 comentarios

El calor ha llegado a Granada justo con el verano. Hemos sobrevivido a otra primavera.

Y no es poética, de verdad que la primavera -nos ahorraremos las citas- no es la estación preferida por los poetas. ¿Recuerdan aquello de abril, el mes más cruel...? Es una confabulación de vida cuando el cuerpo no puede resurgir.

De un lado, la naturaleza, independiente, tirana, desconociendo a la razón y al espíritu, puja y puja por todos sitios cíclica e irremediable. De otro lado, la pereza de renacer. Y el riesgo: de vuelta a casa hallo un pequeño pajarillo derrumbado sobre el asfalto. Las alas abiertas muertas y desplomadas. La falta de plumaje deja ver que no han podido resistir el primer vuelo. La naturaleza desconoce a sus criaturas y la muerte se muestra como la contrapartida cruel de la pujanza de la vida y sus primaveras. Pensemos que la triste estampa no es la del pájaro-niño muerto sobre el asfalto, sino la de la banalidad de su muerte: ¿para quién han sido sus cortos días? ¿Para que nació y saltó de su nido? Su muerte sin morirse. ¿Cuántos paseantes habrán pasado por su lado sin verlo? Lo miro mirándome.

La naturaleza es ciega. Sólo Dios no es ciego. Sus tristes segundos de vida sólo tienen sentido porque han sido tres inexplicables segundos de gloria de Dios. Tres segundos de gloria de Dios justifican el tiempo entero del universo. Y, si, además, alguien se da cuenta de ello, piensa en ello, la espesura de este descubrimiento bien compensa sobrevivir otra primavera.

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13
Jun
2007
Ultimus romanorum
5 comentarios

Antes del examen final de Trinidad, celebramos el final de curso comiendo en un chino decente y baratito. Con el dinero que nos sobra decidimos tomar café y, comola Casa del Libro queda cerca, les propongo ir a la cafetería que esta librería tiene en la planta dedicada a la poesía. A mis alumnos les sorprende lo peculiar de una cafetería en medio de los estantes de libros. Una vez sentados, hago acopio de un par de poemarios, abro y les digo que les voy a leer un poema titulado Ultimus Romanorum.

¿Quién es el último de los romanos? –pregunto. Casi nadie sabemos de quien se trata. Pero el poeta se refiere a muchos últimos romanos: así es que, sin vergüenza ninguna, me pongo a recitar en voz alta ese poema que aúna la voz de S. Agustín con la de Robbie Williams y muchas otras referencias contemporáneas. El camarero mira divertido. Entre el café y la charla mis alumnos y alumnas ojeamos libros, especialmente esos que son tan caros y sólo se ojean en los estantes.

Son ellos los que tienen que abrir su camino a través del misterio para encontrar a Dios en cualquier sitio.

Yo me siento a gusto, porque, sin complejos, leemos en voz alta como estudiantes de teología que somos en medio de otros jóvenes que acuden a leer poesía mientras toman un café. Y porque ¿hay una manera más original de acabar el curso que enseñarles a mis alumnos que entre los paganos anaqueles también hay kilómetros de versos que aún aúllan por Dios y cantan, por ejemplo, palabras de S. Agustín al ritmo del último disco de Robbie Williams?

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6
Jun
2007
Manu Chao
4 comentarios

Manu Chao no es un artista cristiano, ni siquiera creyente. Pero es un artista que a mí me gusta y que me provoca mucho. Creo que sus planteamientos pecan a veces de ingenuos y de dualistas: los malos y los buenos sabemos quienes son y están donde están. Pero cuando se pone a criticar es interesante seguirlo. Sobre todo porque refleja cómo la tradicional y antigua canción protesta ha quedado convertida en otra cosa, nada dramática, sino festiva y divertida en su denuncia y en su profundidad. El tema religioso siempre está presente y suele salir mal parado.

Acaba de publicar gratuitamente -en su web- un tema de su próximo disco: Rainin in Paradize. A mi me gusta su música; y  sus videos y su estética me divierten. Les pongo su último tema, a ver qué les parece. Pinchar aquí. Es donde se oye mejor.

Y para ver el video, pinchar aquí (ver vídeo) que es donde aparecemos los clérigos, aunque se oye un poco peor.

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4
Jun
2007
La abadía era bellísima
1 comentarios

Antes de dejar Valencia, he pasado a despedirme de mi amigo Jaime Siles. He ido a su despacho en la Facultad de Filología y me he despedido.

-Acabo de llegar de Austria. El congreso fue en una abadía bellísima. Un día ofició un prelado. –me dice.

Jaime Siles me rescató mi primer librito, Humo verde, de un cajón, camino de la basura. Yo compartía siempre el segundo libro. Pero él me dijo que el primero era más interesante. Más bruto, más espontáneo, más radical, más incisivo, fresco, original. Tenía más rabia: -no se parece a nadie. Y tenía razón, porque en cuanto empecé a moverlo tuvo accésit en el Premio Iberoamericano Víctor Jara. Así publiqué mi primer poemario, gracias a su consejo.

-Una abadía bellísima...

Desmentido el camino de una verdad una –troceada- y pisoteado el camino de la bondad –desmentida, humillada y desangrada-, se ha dicho que al intelectual contemporáneo sólo le queda el camino de la belleza para acercarse a Dios y al cristianismo. –La abadía era bellísima.

Yo sé que este análisis es mentiroso, pero Jaime repite una y otra vez que la abadía era bellísima.

Yo le estoy agradecido a Jaime, porque me mandó el original de Humo verde corregido y anotado desde Suiza: se lo tomó en serio siendo un tío muy ocupado –es también el que hace la crítica sobre poesía europea en el cultural del ABC todas las semanas, después de haber pasado por Babelia y El Cultural de El Mundo-. Pero hoy, de la belleza de la abadía no salimos.

¿Sólo le queda al cristianismo la belleza de sus abadías?

-... bueno Jaime, no trabajes tanto.

-Jeje, llámame cuando vuelvas a Valencia.

No sé si lo haré.

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31
May
2007
Sacrificio
1 comentarios

 

A lo largo de un trecho decisivo, el camino de la santidad y el del arte corren muy juntos. Es el trecho del sacrificio. Por el sacrificio - todo por lo desconocido- se puede libar miel de la amargura, luz de las pérdidas.

 

Un poeta que no quiere ser citado pone la grandeza de la poesía en la posibilidad que nos da de convertir nuestro dolor en una obra de arte. En eso, la poesía, abre un camino de liberación, sí, pero a costa de un largo proceso de desprendimiento emocional y verbal. Y he aquí que en el camino de la santidad tampoco se llega muy lejos si se esquiva el sacrificio cuando éste es necesario.

 

Por el sacrificio sabemos realmente qué es lo que nos importa y qué aquello que sólo tenia aspecto de importarnos. Si tenemos algo en el corazón o sólo nos importamos a nosotros mismos. Descubrimos quienes somos en realidad a través de todo aquello que no somos, de aquello prescindible en nuestra vida. Porque, como dijera von Balthasar, la belleza del amor sólo se ve en su inutilidad.

 

El artista que no sacrifica el pedestal de su estatua no es un verdadero artista. Hay que conocerse mucho y dejarse a uno mismo atrás muchas veces para ir hacia delante y ofrecer una obra de alcance verdaderamente salvador.No sé si hablo sólo del artista cristiano, pero pretendo hablar de todo arte: más allá de la pose, toda obra comunicativa es fruto de una intensa batalla interior, aun cuando el artista recubra esta dimensión de su persona con la carcasa de un personaje que está por encima del bien y del mal.

 

Lo más miserable, lo más vergonzoso, como lo más insignificante, pueden ser la palabra, la imagen, el sonido de lo más humano, hondo, sublime, emocionante, comunicativo... si pasan por las manos de la verdad y el sacrificio.

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