Ago
Vacaciones familiares
3 comentariosLlevamos unos días de vacaciones por este blog. Claro: las vacaciones de un fraile no significan que uno deje de ser y hacer lo propio de un fraile. Ni la consagración ni el sacerdocio son una profesión, un trabajo o algo parecido. Son algo que forma parte de la identidad de uno y por eso unas vacaciones no significan un cese de la oración, de la celebración o del contacto con la palabra de Dios. Más bien son un espacio para vivir lo que se es de otra manera, cesando un poco en el hacer para reencontrarnos con el ser.
En mi caso, aunque muchos años pienso en hacer algún pequeño viaje, al final acabo dedicando el tiempo a la familia, a los amigos, a la escritura, a mis raíces. Y una de las cosas que he comprobado es que, realmente, en muchos casos, la familia es el primer agente promotor de la vocación y el primer noviciado o seminario. La opción vocacional se presenta como una intensificación -en decisión, eso sí, libre, personal e intransferible- de una forma de vida que ha prendido en nosotros en el contexto y en la vivencia de los valores del seno de nuestras familias.
Por eso, en este descanso también del blog de arte y fe, dejo otro video que quiere ser homenaje a nuestras familias.