Mar
The brick Bible
2 comentariosMe parece simpático. Seguro que es un buen instrumento para narrar a los más pequeños las historias de la Biblia, la vida de Jesús, sus parábolas..., y que les resulten atrayentes, se queden en su memoria y ellos mismos se sientan parte de la aventura. La imaginación al poder.
Se trata de un chico al que se le ha ocurrido escenificar con las piezas y los muñecos de Lego estas historias que forman parte de la conciencia de Occidente. Anoche me comentaba un poeta con el que coincidí en una reunión que es una pena -y lo decía desde su experiencia de docente- que los niños y adolescentes desconozcan totalmente no sólo quién fue Moisés, Abraham, Noé..., sino también Jesús de Nazaret. ¿Cómo se puede visitar un museo y captar en profundidad el mensaje de muchas obras maestras sin esos conocimientos? ¡Y qué decir de miles de páginas de la mejor literatura! Hasta para ser un buen ateo o un agnóstico coherente es necesario conocer los fundamentos judeocristianos que -y esto es sorprendentemente cierto- son los mismos que están a la raiz y hasta hacen posible el ateismo de la Modernidad y el agnosticismo de la Posmodernidad.
En España todavía no hemos resuelto sanamente algunas cuestiones pendiantes con nuestro pasado. No ha habido una superación total de algunos traumas, digamos, para con la huella nacionalcatólica. Ni por parte de algunos sectores de la Iglesia, que sienten nostalgia de aquello, ni por parte de quienes en todo lo que suene a fe ven una amenaza. Pero el peor daño de esto es, precisamente, pasar la vida viviendo contra todo lo que huela a religión y querer borrar de la memoria todo lo que tenga que ver con ello. Es, en el fondo, condecerle a esos traumas una función en el presente. Y, la verdad, son estos otros tiempos.
Bueno, pues nada: ¡a divertirse con los Lego con los que mi generación tanto ha jugado!