Jul
Ser español
2 comentariosPues sí, parece que me gusta meterme en berenjenales. Y es que he dicho en alguna tertulia que me parece que Pedro Sánchez tiene menos miedo y menos complejos ante la palabra “España” (y lo que conllevan las palabras) que el resto de sus compañeros contrincantes.
Creo que lo que los militantes socialistas votan (mañana) 13 de julio es algo más que un Secretario General; es una manera de entender la izquierda y su compromiso de futuro con lo que es y cómo está España, y con lo que de verdad siente y desea el socialismo de base más allá de las indignaciones justas y legítimas pero que no pueden cegarnos ni paralizarnos.
Lástima a veces ser lo que uno es, porque la palabra “España” en boca de un cura parece despertar en algún interlocutor (por más amigo que sea) el miedo a las camisas azules y la sotana con el brazo extendido. Y no, yo no vivo en ese escenario. Asumo y comprendo la historia de mi país y la historia de la Iglesia en mi país, pero vivir mirando atrás nos convierte en estatuas de sal. Miro adelante y creo en el progreso desde algo tan paradójicamente ligado al progreso como son las raíces. Las raíces judeocristianas son progresistas porque se trata de una religión del camino, de la historia, de la fe en el futuro (por más escatológico que sea). ¿Progre, conservador? Este dualismo también me queda un poco atrás. Los dualismos nunca han sido buenos consejeros. Lo supo Aristóteles, pero también Machado, Unamuno…
Creo necesarias cuantas reformas de calado (constitucional, estructural, participativo) hayan de hacerse en España pero con tal de que la hagan mejor España y no la aboquen a lo que no es o a un experimento por generación espontánea. Para llegar a lo mejor de nosotros mismos (que nosotros mismos hemos corrompido) el esfuerzo de diálogo, de reconciliación, de sacrificio, de integración de muchos ciudadanos ha sido necesario.
Reconoces el valor de tu nacionalidad cuando estás retenido varias horas en el aeropuerto de un país sin libertades. También cuando escuchas a Machado o Lorca en canciones griegas y un poeta palestino habla de Don Quijote.
Sí, me gustan los líos –la vida es demasiado corta para gastarla en disimulos-: me siento orgulloso de ser español y mi perspectiva es esta: ¿qué puedo hacer yo por mí país? Nos suena, ¿verdad?
PD: perdón por la foto. Era la única con banderita y la palabra "Cervantes".