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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

12
Jul
2014

Ser español

2 comentarios

Pues sí, parece que me gusta meterme en berenjenales. Y es que he dicho en alguna tertulia que me parece que Pedro Sánchez tiene menos miedo y menos complejos ante la palabra “España” (y lo que conllevan las palabras) que el resto de sus compañeros contrincantes.

Creo que lo que los militantes socialistas votan (mañana) 13 de julio es algo más que un Secretario General; es una manera de entender la izquierda y su compromiso de futuro con lo que es y cómo está España, y con lo que de verdad siente y desea el socialismo de base más allá de las indignaciones justas y legítimas pero que no pueden cegarnos ni paralizarnos.

Lástima a veces ser lo que uno es, porque la palabra “España” en boca de un cura parece despertar en algún interlocutor (por más amigo que sea) el miedo a las camisas azules y la sotana con el brazo extendido. Y no, yo no vivo en ese escenario. Asumo y comprendo la historia de mi país y la historia de la Iglesia en mi país, pero vivir mirando atrás nos convierte en estatuas de sal. Miro adelante y creo en el progreso desde algo tan paradójicamente ligado al progreso como son las raíces. Las raíces judeocristianas son progresistas porque se trata de una religión del camino, de la historia, de la fe en el futuro (por más escatológico que sea). ¿Progre, conservador? Este dualismo también me queda un poco atrás. Los dualismos nunca han sido buenos consejeros. Lo supo Aristóteles, pero también Machado, Unamuno…

Creo necesarias cuantas reformas de calado (constitucional, estructural, participativo) hayan de hacerse en España pero con tal de que la hagan mejor España y no la aboquen a lo que no es o a un experimento por generación espontánea. Para llegar a lo mejor de nosotros mismos (que nosotros mismos hemos corrompido) el esfuerzo de diálogo, de reconciliación, de sacrificio, de integración de muchos ciudadanos ha sido necesario.

Reconoces el valor de tu nacionalidad cuando estás retenido varias horas en el aeropuerto de un país sin libertades. También cuando escuchas a Machado o Lorca en canciones griegas y un poeta palestino habla de Don Quijote.

Sí, me gustan los líos –la vida es demasiado corta para gastarla en disimulos-: me siento orgulloso de ser español y mi perspectiva es esta: ¿qué puedo hacer yo por mí país? Nos suena, ¿verdad?

PD: perdón por la foto. Era la única con banderita y la palabra "Cervantes". 

  

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Daniel Martín
12 de julio de 2014 a las 19:40

Querido Antonio, empiezo a conocerte mejor. Excelente reflexión la que leo de tu boca a través de teclado y ratón. Yo, sinceramente y al modo Savater, probablemente soy demasiada poca cosa para estar "orgulloso" de ser español: me sé Español!!!
De igual forma amo a mi país y jamás me han dolido la boca o los oídos, jamás, llamando a España España, al mundo Mundo y a los mequetrefes dubitativos de perfil bajo tres cosas: tristes débiles e idiotas (tiene algo de Spinoza este comentario, ahí lo dejo). Un placer poder leerte, te deseo lo mejor.

Salva
12 de julio de 2014 a las 19:57

Querido Antonio:

Es verdad que sólo en este presente podemos poner las mimbres de la España del futuro. Los Españoles, los andaluces y los granadinos en especial, sabemos por nuestro pasado, lo que el odio, el miedo y el crear diferencias acarrea...
Con toda esa experiencia y con todo lo que nuestra idioma ha creado de cultura, belleza y admiración debemos de crear un futuro que nos abraze con los dos brazos y tenga la mirada LIMPIA.
¡¡ supongo que tod@s aprendemos !!

Un abrazo.

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