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¿SALVARÁ LA BELLEZA AL MUNDO?
22 comentariosVino de Rusia y es de Dostoiewski esta frase que ha hecho fortuna: La belleza salvará al mundo.
Mala fortuna y buena, desde luego. Y cuando alguien la trae a colación, lo primero por lo que debemos felicitarnos es por algo que quien la dice a veces ni advierte: el hombre sigue aullando por la salvación, secretamente aullando, o al menos reconociendo, sin saberlo, que vive una vida que no es del todo la que quiere.
Los filósofos nos explican que así hemos llegado a este signo de los tiempos: no en la verdad, no en la bondad... ¿en la belleza ha puesto nuestro tiempo su esperanza?:
Extasiados turistas ante obras de arte para cuya contemplación se han trasladado miles de kilómetros.
Decore usted su vida, vístala con la más destilada forma del acero. Invierta en la belleza terapéutica y rentable, escúlpase la cara y el abdomen... Perfúmese con Dior y cinamomo...
El siglo se despierta kalófilo y hasta para repartir pizzas cuentan el tipo y la cara.
La belleza nos seduce porque su fuerza viene de más allá de toda racionalidad. Y en gran medida el hombre es irracional: tripas, pasión, ternura, sentimiento.
No nos hemos parado a saber si es cierto eso de que quedó ya atrás creer en la verdad y que sólo nos queda la belleza como camino al infinito. Para mí, como dominico, verdad y amor son coextensivos. Y un amor sin verdad no es bello, ni una verdad que no me enseñe a amar me atrae. Si amor y belleza sirven para engañarme... que no me quiera nadie yo le ruego.
Porque ya nos enseñaba S. Agustín cuál es la única vida feliz: contemplar eternamente la belleza del Señor.
¡Y qué verdad que es! Pues, en verdad, lo que yo quiero es que me salve alguien. Si la belleza no es alguien, no la quiero: que Alguien me encuentre y decida quedarse conmigo –que hay que tener valor para eso- toda la eternidad.
Es difícil encontrar en esta vida la belleza que nos dé la paz. Pero mientras, iremos mansamente conduciendo nuestros ojos de belleza en belleza, los oídos de poema en poema, para irlos acostumbrando a la felicidad que Alguien nos tiene prometida.
En este nuevo blog, que dominicos.org inaugura, eso vamos a hacer: abrir con inquieta letra nuestra inteligencia a todo aquello (cine, pintura, poesía, arquitectura, música...) donde nos sea posible contemplar un poco de belleza anticipada... a la espera de Alguien.
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