Sep
Pollo a la carta
2 comentarios
Probablemente muchos de vosotros ya lo habéis visto, pues sé que ha estado pasando de correo en correo y que también ha tenido un montón de visitas en internet, pero yo acabo de verlo y no quería dejar pasar un minuto más sin compartirlo. Se trata de este cortometraje que fue elegido de entre muchos otros para proyectarse en el Festival de Berlín de hace algunas ediciones.
Es tan directo, tan claro, tan honrado, tan elocuente sin usar palabras, que sólo después de sobreponerse a las imágenes se puede pensar.
Es un mensaje bueno para tiempos de crisis, no por aquello del otros están peor, sino por una verdad que lo es sin términos relativos. Siempre hay un motivo para dar gracias a Dios, siempre podemos hacer algo en medio de la pobreza, siempre es tiempo para preguntarnos: ¿me estoy comportando como un auténtico egoísta que se cree el centro del mundo? Y, por supuesto: ¿Qué puedo hacer?, ¿qué está más cerca de mi mano?
La dignidad y la felicidad están en cómo nos situamos en medio de cualquier adversidad. Si esta crisis que tantas familias están sufriendo nos sirviera para hacernos más sensibles, más solidarios, más generosos… Y sobra decir más. Dar, darse, estar es lo que nos devuelve la felicidad y nos despierta la dignidad que hemos dejado apagarse enredados en el tener, disfrutar, sobresalir.
Si una oración de acción de gracias brotara de estas imágenes, ¡cuánta luz entraría de una bocanada en nuestro corazón!