Oct
Para que luego digan
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Un poeta social, místico y cotidiano gana el Premio Nobel de Literatura 2011. Para que luego digan que la poesía social ha muerto. Para que luego digan que la poesía mística no cuenta. Para encontrar el fondo de lo cotidiano más allá de la fácil retórica o antiretórica.
Como decía Valente que alguien le dijo, nunca comercies con la poesía. Como recomienda un maestro a los jóvenes vates, búscate un trabajo que te deje vivir sin tener que subsistir de la palabra. Así tus versos serán libres.
Y es que, si existe un territorio fuera de territorios, un margen al resplandor más allá de los márgenes; un alegato de independencia para no estar ni que te encuentren donde te buscan los que te buscan mal, para servir mejor a todos desde nadie, incluso desde fuera de ti mismo, para la pura gratuidad más allá de toda retribución, para cumplir el más hermoso voto de castidad, el que devuelve amor a cambio de sus estragos…, está la poesía.
Pero, si alguna vez
hasta la libertad es tu negocio,
ponte de nuevo en el camino;
descálzate las botas, cíñete la cintura
y exíliate a la tierra
que nadie ha visto aún.
Anónimo impopular
Yo tengo ganas de que se lo den a Adonis -mírenlo en este video: compromiso contra complaciente palabrería-, pero lo de Tranströmer también me ha gustado -palabra contra parálisis... de todo-.