Ene
Pájaros de providencia
8 comentarios
Me lo manda Natalia, una amiga de los años de Salamanca, y es poesía pintada. Nunca he sido muy providencialista, lo confieso, pero –debe ser que nos hacemos viejos- cada vez atraen más mi atención las pequeñas coincidencias: estás buscando una palabra y en la radio alguien la dice. Estás pensando en alguien y te manda un sms. -Está nevando en Salamanca. -¡Anda: también está nevando en Granada! Escribes sobre pájaros y alguien te envía un video poblado de pájaros. Lees el prólogo de un amigo de Salamanca que ha escrito un poemario ecologista poblado de nidos y de árboles y una amiga, ajena a él, desde Salamanca envía un video ecologista.
Posiblemente simples tonterías. ¿O quizá la necesidad de encontrar armonía, conexión, entre los trozos rotos de la propia vida, confluencias?
En fin. El caso es que el prólogo que leía dice así: los poetas, los lectores de poesía, estamos con la naturaleza. Somos naturaleza. Nuestro tiempo es el suyo. Quienes queráis, podéis saber de quién se trata: lo he citado tantas veces que ya me da un poco de vergüenza volverlo a hacer.
El video de Natalia -gracias, primor- nos enseña a descubrir cómo una partitura y un poema puede estar lleno de reivindicación, de nidos y de grúas. De cerezas, de ramas y de
pájaros de providencia.