Feb
Nueva novela
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En un capítulo inconcluso de su nueva novela me encontré con el dominico raro. Mire usted, yo sé que no entro en su fichero. Porque usted nunca me encuentra con el mismo periódico en las manos; y eso le confunde. Ni tampoco me visto como los otros profesores. Nunca me ha visto con un maletín debajo del brazo ni de socialista en pinta de elecciones. Se le nota inseguro cuando saca una conversación; ¿por donde respira éste? Y como le han contado cosas distintas…: No: ¡es que es dominico! no se caliente usted la cabeza. Estos lo mismo te sueltan a Santo Tomás que te escriben sobre tribus urbanas. Y el Padre Portas además dicen que es medio artista y da unos ejercicios muy raros a las monjas. Que como a ellos los fundaron antes de no sé cuándo, no tienen método. Previos a los métodos, lo cual me irritó, más que nada porque esa expresión que me dijo a mi no me encajaba. Bueno, encajarme sí, pero ¿a qué venía en ese momento? La cosa es que como profesor cae bien, a los seminaristas les hace gracia, y peligroso no es; como no tiene método… que a saber a qué se refería. A las misas de la semana de Santo Tomás viene con hábito, pero lo lleva así, pues eso, sin método. Y a veces con una bufanda o un parka. Y en una conferencia se quedó callado un rato, que no sabíamos qué le pasaba.