Oct
Ni ético ni estético
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Hace unos días recibía un correo con un link hacia un cortometraje, el que aparece aquí. Vale la pena verlo.
En la larga cadena por la que el mensaje había pasado, alguien anotó un comentario al corto: El "suicidio" moral de la humanidad al olvidar la ética para pasar a la "estética"...
Después de ver el video y seguir, solamente, el sentido común, que en mi caso se comporta raramente, llegaba a estas conclusiones:
Al final del video se premia a la periodista por, se supone, las impactantes fotografías que ha tomado en el frente de batalla. Ella dejó que el soldado matara a la niña y la fotografió muerta. Ahí se supone que radica la falta de ética a cambio de la estética a la que alude el comentario del mensaje. Pero, ¿de verdad? ¿Van los periodistas a los frentes de guerra a hacer fotos estéticas? ¿No se juegan la vida, más bien, por dejar testimonio de su compromiso, de su voluntad de que la verdad se sepa? Van a dejar constancia del desastre. Pero -¡ay dolor, dolor!- también a dejar clara su valentía y su profesionalidad. Lo que hace que esta fotógrafa no impida la muerte de la niña no es su compromiso estético, sino su voluntad de dar el notición, de hacer el reportaje más valiente y arriesgado, más en primera línea y testimonial, más visceral y denunciante. Tan denunciante que ella no hace lo que podría hacer a cambio de… la gloria de un premio periodístico y el aplauso a su trabajo de corresponsal.
Los premios a corresponsables de guerra no se dan por estética. Para esos hay otros "certámenes". Se dan para reconocer el compromiso y la testimonialidad.
No es la estética lo que pervierte la labor de esta periodista. A lo sumo, es su ego, su voluntad de firmar el reportaje más impactante.
Ni es ético ni es estético. Simplemente es vanidoso y cobarde. Y, si por algo han premiado a la periodista, es por su “aparente” buen hacer como tal. No por la belleza de sus fotos. Eso es lo que le duele a ella: que su testimonio es sólo una mentira, una claudicación de su compromiso ético a cambio de ser reconocida y aplaudida.
Recomiendo la que es mi película favorita hasta la fecha: Before de rain, de Milcho Manchevski. Volveré alguna vez sobre ella, porque tiene mucho que ver.