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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

22
Ene
2012

Mujeres

5 comentarios

 

 

Este es el otro video de Dido del que os hablé. Deja sin palabras. Me ha traducido la letra mi amiga Alicia Choín, que trabaja como traductora para Google. Pero ella misma, una gran poeta que por fin se ha decidido a publicar, me ha convencido de que los lyrics de este tema no son gran cosa.

 

Así es que he recordado unos versos del poemario Resurrección de Manuel Vilas y os los copio. Ya, ya sé que el video es otra cosa, que nada tienen que ver Dido con Vilas. Pero, sin pretensión de pastiche ni de popcomunismo, ocurre a veces que dos cosas diferentes dan lugar a una tercera. Y en eso estamos: re-creando.

 

 


MUJERES


No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillajes y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que dan a patios de luces. Sonríen las mujeres, como si la vida fuese buena. En muchos países las lapidan. En otros las violan. En el nuestro las maltratan hasta morir. Trabajan fuera de casa, y trabajan en casa, y trabajan en las pescaderías o en las fábricas o en las panaderías o en los bares o en los bingos. No sabemos en qué piensan cuando mueren a manos de los hombres.


Manuel Vilas. Resurrección (Visor, 2005)

 

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Celeste
23 de enero de 2012 a las 17:04

No he podido ver el vídeo, así que paso a analizar el poema y el post en su conjunto. Por un lado me parece positivo, ya que se agradece una visión protectora de la mujer en esta sociedad que tiene tan poco respeto por todo; muy bien también la denuncia de la violencia de género. Por otro lado, no me gusta, porque ser retratado como víctima no es lo que necesita una persona que, por cualquier causa, sufre discriminación. Lo que necesitamos las mujeres es ser reconocidas como igualmente capaces de pensar, sumar, escribir, pintar, dirigir, investigar, enseñar, esculpir y etcétera, como cualquier hombre, y que se deje de considerar como excepcional su triunfo en cualquier campo. Parece que no, pero hay quien nos considera todavía solamente como estatuas, musas, adoratrices, objetos, o útiles para tareas menores.

Anónimo
23 de enero de 2012 a las 17:35

Si no has visto el video te has perdido lo mejor

Celeste
23 de enero de 2012 a las 18:02

Pos que se le va a hacer 0_0

Pienso en
26 de enero de 2012 a las 14:08

mi hermana, mi madre, pienso en varias de mis amigas mientras leo esto, y pienso en las 3 compañeras de trabajo que más cercanamente trabajan conmigo desde hace varios años alguna de ellas, a las que conozco mucho, bastante, a nivel personal profundamente. Y no las reconozco en el texto de Manuel Vilas. No sé si es que el raro soy yo o son ellas. Sé que lo que dice este escritor es verdad, pero no consigo que encajen las que se me pasan por mi cabeza y por mi vida cotidiana, vamos, que ni lo de los zapatos torturadores. Se lo diré a mi madre.

Calimandroco
26 de enero de 2012 a las 14:32

Cuantas mujeres en el mundo dan testimonio de Humanidad...

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