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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

10
Abr
2007

Mis deudas con Gamoneda

7 comentarios

El Premio Cervantes ha recaído este año en el poeta leonésAntonioGamoneda. Por el conocimiento que tenía de su obra no es un autor que cuente entre mis favoritos. Sin embargo, como siempre es tiempo de aprender cosas nuevas  y abrirse a otros lenguajes, tras conocer la concesión del premio –polémica, todo hay que decirlo, por la intervención más o menos indirecta del presidente del gobierno- he intentado leer la poesía de Gamoneda que desconocía. No es un poeta fácil, pero siento que mi juicio ha dado con algunos poemas de belleza considerable. Porque me siento más en justicia al hacerlo, copio aquí alguno de esos poemas que hacen pensar que el Reino de Dios y el del hombre aún tienen intereses comunes:

 

Malos recuerdos

 

La vergüenza es un sentimiento revolucionario

Karl Marx 

Llevo colgados de mi corazón

los ojos de una perra y, más abajo,

una carta de madre campesina.

 

Cuando yo tenía doce años,

algunos días, al anochecer,

llevábamos al sótano a una perra

sucia y pequeña.

 

Con un cable le dábamos y luego

con las astillas y los hierros. (Era

así. Era así.

                   Ella gemía,

se arrastraba pidiendo, se orinaba,

y nosotros la colgábamos para pegar mejor.)

 

Aquella perra iba con nosotros

a las praderas y los cuestos. Era

veloz y nos amaba.

 

 

Cuando yo tenía quince años,

un día, no sé cómo, llegó a mí

un sobre con la carta del

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JMValderas
12 de abril de 2007 a las 21:51

Querido Praena Me sorprende la tibieza general ante el poema que aduces y la justificación que le antecede. Más que la anécdota del can o la carta del soldado, lo medular ahí está en la cita de Marx, “la verdad es un sentimiento revolucionario”. Gamoneda se escuda en esa referencia para exculparse de su remordimiento. Porque el quid es si cabe una ética en el seno del marxismo, comunista o socialista. Recuerdo que cuando entré en el mundo laboral, en 1969, tú no habías nacido, compartí mesa con una comunista que venía de Alemania del Este. En el intervalo del bocadillo y del almuerzo hablábamos lógicamente de la moral y del sentido real de la lucha de clases. La lucha de clases la entendía en sentido literal, según doctrina de la Universidad Karl Marx, menos melindrosa que la Escuela de Frankfurt. El partido estaba por encima de las personas. Todo comportamiento se justificaba según beneficiara al partido. En plata, robar por el partido no era robar; ni mentir por la causa era mentir. Ni que decir tiene que, no obstante esos criterios normativos, se trataba de una persona generosa que daba lecciones de altruismo a un confeso cristiano. La moral del partido no lograba sofocar el sentido innato del bien y del mal, eso que llamamos ley natural.

JMValderas
12 de abril de 2007 a las 21:54

Obviamente es "la vergüenza..."

poeta
14 de abril de 2007 a las 22:40

En la claridad de esta Luz Pascual que nos inunda y resucita te dejo, Antonio, un aleluya por tí,dolor transmutado,en esos luminosos "Poemas para mi hermana", ausencia resucitada, amor en el Amor. Un Deo Gratia, por tí, por ella,por el Amor.

elias
14 de abril de 2007 a las 23:07

" Una rosa es sin porqué " nos sugiere Silesius. "Una rosa es una rosa, una rosa, una rosa..."( G. Stein). El lenguaje poético, es el dedo que apunta a la Realidad Incognoscible. Místicos y poetas derraman palabra desde el Silencio,van más allá, cuando discursos filosóficos y racionales agotan sus silogismos. Querer "explicar" un poema con razonamientos filosóficos supone señalar las cualidades del té que contiene la taza, en el mejor de los casos.
Beber el té. Dejar que un poema ilumine en nosotros espacios hasta ese momento ignotos.Requiere Silencio. El lenguaje discursivo, incluido el filosófico pertenece a otro momento,a otro espacio. El poema,como la rosa, es sin porqué. Felicidades Antonio, por tu poética amplitud de miras

JMValderas
15 de abril de 2007 a las 21:36

Un poema, como toda obra de creación, puede ser analizada desde múltiples enfoques. Sea un cuadro, por mor de comparación. Podemos abordarlo desde el punto de vista del dibujo, de la expresividad, cromatismo, idealización, referencia simbólica, contenido, etcétera. Incluido en este etcétera la mezcla de pinturas de la paleta, que nos habrá de ayudar, llegado el caso, a confirmar su autenticidad. Un poema puede, asimismo, abordarse desde el punto de vista de su ritmo o musicalidad, tempo, métrica, riqueza léxica, recursos literarios, etcétera. Incluido en este etcétera su contenido. Ni siquiera la poesía modernista, de la poesía por la poesía, se libra de los cedazos mencionados. Si así no fuera, la de libros que habría que quemar sobre García Lorca. De entrada el de Posadas, con lo que abriría un hueco en mis estanterías.

alasdevida
16 de abril de 2007 a las 08:30

la disección de un pájaro no puede captar el "hálito" de su vuelo.

Linacero
17 de abril de 2007 a las 01:52

Cuál es el mérito de Gamoneda: ser el poeta de ZP. Así nos va: premio a dedo

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