Sep
Maestro del Silencio
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"Il n'est plus ici. Il est ressuscité." - frère Bruno Cadoré
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Bruno Cadoré es el nuevo Maestro de la Orden de Predicadores.
Hoy, en la misa del Espíritu Santo, nos ha invitado Timothy Radcliffe a tener palabras con autoridad. Y, a continuación, el mismo Espíritu Santo nos ha llevado a elegir un Maestro amante del silencio.
Sí: según quienes lo conocen bien, Bruno es un Maestro que ama el silencio. Lo cual puede parecer una paradoja en la Orden que tiene su razón de ser en el anuncio de la Palabra. Pero no. No es una simple paradoja. Porque el silencio le da todo su sentido a la palabra.
Sin silencio no hay música, sino tan solo ruido que nos acaba enloqueciendo. Los lingüistas dicen que sin silencio no hay significado: las palabras significan porque las sustenta el silencio y hay, a su vez, un silencio sustentado en las palabras.
Mi maestro de Novicios –gracias Paco Fassio- nos enseñó que el silencio es el padre de la predicación. ¡Están tan gastadas las palabras, que a veces parece que necesitan ser inventadas de nuevo! ¡Tantas palabras vacías!: “te amaré siempre”, “estaré contigo hasta el final”, “te quiero más que a nada en el mundo…”
Prometen tanto que, cuando devienen mentira, se nos llevan con ellas la vida porque en ellas habíamos puesto nuestra vida.
Cuando las palabras no son verdaderas, cuando no brotan de las raíces del corazón, mejor sería que no saliesen de los labios. El desgaste de la palabra es uno de los signos de nuestro tiempo. Quizá por eso también nos ha regalado el Espíritu Santo un Maestro del silencio.
Y es que, para dar autoridad a las palabras, para devolverles su pureza, no estaría mal aquilatarlas en el silencio interior y confrontarlas allí con la verdad de nuestra vida, con nuestro pensamiento más humilde, con nuestras posibilidades más realistas.
No está mal comenzar por el silencio originante a darle a la palabra toda su verdad y toda su esperanza.
Palabra de esperanza y de verdad. Porque, como ha dicho Timothy en su homilía de hoy –(para los no dominicos, que este blog lo escribo las más de las veces pensando en vosotros, amigos que no sabéis mucho de que va esto, poetillas y artistillas de la vida y el alma, compañeros de camino: Timothy es un exMaestro de la Orden muy especial para los dominicos)- … retomo: como dijo Timothy en la homilía, una verdad sin esperanza puede ser opresiva; una esperanza sin verdad es mera fantasía.
Lo de fantasía, Miguelito de Burgos, querido provincial, no lo dijo por nada, por más que me sigas llamando antoñito fantasías.
Y como no tengo tiempo ni siquiera de darle a estas palabras una estructura digna, acabo con Lorca, que a buen entendedor…:
Vuelve a tu manantial,
donde en la noche eterna
antes que Dios y el tiempo
manabas sosegado.
(De un poema dedicado al silencio)
Silencio pues.