Ene
Klaus & Kinski
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Hay poetas actuales que se reconocen hombres de su siglo, el 19. A otros nos catalogan como posmodernos. Es absurdo. Las clasificaciones epocales sirven para organizar los temas en los libros de texto. Ni tan siquiera para los muertos pueden ser definitivas. En el estudio son necesarias las generaciones, pero la vida la entiendo mejor como un continuum y como una inmensidad de relaciones, cortocircuitos y reenganches.
Por ello pienso que hay aportaciones del arte del milnovecientosnosécuantos que siguen siendo completamente actuales. No se han superado y conviven con nosotros. Las brechas que abrieron corren paralelas a nuestra vida.
Lo he comprobado recientemente viendo este video de los también clasificados como postnoséqué Klaus & Kinski. En este trabajo nos recuerdan la advertencia que nos hiciera Ionesco sobre el absurdo con el que continuamente ha de enfrentarse la existencia humana.
Sin ir más lejos –ahora una descarga existencialista- ante las cuestiones decisivas -la vida, el amor y la muerte- hay que apostar. En muchas ocasiones la apuesta no tendrá más punto de apoyo que el absurdo. No es que no haya razones, es que todas las razones no aseguran nada contra la obligación de hacer uso de la libertad y el vértigo de abrirnos –libérrimos y humanos- al misterio y a la gracia. O se cree, o se da el salto, o no. O se confía o no. O se ama o no. No hay seguro de vida ni red para el vuelo de la esperanza, la fe y el amor (y la amistad, y la poesía, y el arte, y el compromiso...). Ya lo decía Tertuliano: credo quia absurdum. No es sólo teología.
Aquí os dejo este video de mis murcianicos (los amas o los odias). Es un homenaje huertano a La cantante calva de Ionesco, quien -Ionesco, no la cantante-, con todo su absurdo, contra el absurdo desde el absurdo, ya nos dijo que el hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.