Mar
Karma Police
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Es uno de los temas de Radiohead que me han acompañado muchas veces. El video es ya toda una referencia contemporánea. Pero lo que más me gusta es cómo el grupo madura aquí sus experimentos con el sonido y con la voz.
El camino es similar al de la poesía: se reciben influencias que se notan mucho al principio pero luego se olvidan y sólo importa el poso que dejan. Se hacen experimentos con la voz que resultan abruptos, a veces incomprensibles, ridículos, excesivos. Pero también pasa esa etapa y un día resulta que esas mismas excentricidades le han dado a la voz su tono personal: ahora se entienden los poemas sin que su sentido se agote. Una voz se nos ha hecho familiar. Ahora los experimentos, las rarezas con el sonido, forman parte del mensaje, de la letra. Las imágenes explotan cuando explota un significado y las llamas se ceban en las palabras a la vez que el sonido se ceba con las neuronas. Algo se abre a otro horizonte.
Las interpretaciones de este Karma Police son variadas. Predominan las que señalan cómo, al igual que se supone ocurre con el karma, la vida te devuelve aquello que le has dado. Y un día se gira y te mira a través de los ojos de alguien y te devuelve el daño o el amor.
Mas esa es sólo una interpretación. Yo tengo otra: este es un canto absurdo. Pero, como tantas veces en Radiohead, hasta en el absurdo hay un grito que dice: “sacadme de aquí”. Y digo todo esto -lo de la voz, las influencias, lo que has dado a la vida y la vida te devuelve, lo del absurdo- porque tiene que ver con la predicación y con el tiempo en que vivimos.