Oct
Insoportable
4 comentarios“No hay cerro, ni selva, ni desierto, que nos libre del daño que otros preparan para nosotros”. Eso no es fascinante. Es terrible. Intento comprender por qué sufrimos.
Estas frases, la primera de las cuales es el comienzo de su nueva obra, forman parte de la entrevista que El Cultural dedica esta semana a Angélica Liddell.
Siempre me pasa igual. Me ocurrió con Amy Winehouse y Juan Manuel de Prada y ahora reincido con Liddell y… todo un padre Provincial. Me ocurre que me autocensuro, me corto, decido no hablar de algo y luego resulta que ese algo es no sólo muy bien visto, sino hasta de las preferencias de alguien cuya opinión es más autorizada y prudente que la mía, tal la de de Prada o un Provincial. También L. M. Ansón se ha dejado arrastrar por su violencia. Pero basta de justificaciones: nunca aprenderé a ser libre, ni tan siquiera como para poner aquí un link al blog de esta catalana.
Sí. Nunca he asistido a ninguna representación de Angélica Liddell -cosas de vivir en provincias, que decía el pedante-, pero he leído bastante sobre ella y me he matado a buscar sus videos en internet. Ejerce sobre mí ese atractivo de las personas de alto voltaje, de los seres raros y brutales en quienes todo lo que tiene que doler y emocionar duele y emociona en un grado de pureza que raya lo insoportable.
Liddell estrena nueva obra y promete no dejar indiferente a nadie. Tanto que la realidad será llevada al escenario y la realidad quedará convertida en un teatro mirado desde las tablas.
¿Por qué sufrimos? ¿Por qué tenemos que sacrificar lo que más queremos? ¿Por qué nos preguntamos por qué?
Pongo aquí dos videos de esta mujer. Y aviso: el segundo de ellos es muy fuerte. Si eres, amigo lector, aprensivo y sensible, muy sensible… posiblemente hasta te guste.