Logo dominicosdominicos

Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

27
Mar
2007

HOMENAJE A LOS QUE VIVEN

8 comentarios

 

Ha pasado todo tan rápido que no sé bien qué ha sucedido.

 

Lo bueno de que ciertas cosas se desplomen sobre ti demasiado joven es que no te das del todo cuenta de lo que está sucediendo.

 

Apenas quince días antes de morir, Fray Vicente y el Padre Gonzalo votaban para que yo siguiera estando al frente de la comunidad. Ellos, los más mayores, eran mi secreta fortaleza y ahora, el uno un día después que el otro, me han dejado solo.

 

Han muerto santamente y mucha, mucha, mucha gente los ha llorado. Lo único bello que encuentro en la muerte es el hecho de poder morir en Cristo.

 

En los últimos meses de hospital acompañando a Vicente a la quimioterapia, o ya incluso cuando su dolor era insoportable humanamente, en silencio leía yo a Rosales. Ahora, mientras intento dejar ya de llorar, abro a Rosales y releo cuanto en aquellos momentos subrayaba por motivos literarios. Parece que anticipaban lo que me aguardaba por sentir:

 

Lo que suele venir es el cansancio,

la vida y su desagüe en el ahorro,

y ese arrepentimiento primordial de saber que lo vivo era lo otro,

cuando ya está perdido.

 

Llevado por el entusiasmo y las ganas de vivir que tenía Vicente, así como por lo inesperado y la discreción en el caso de Gonzalo, no me despedí de ellos.

 

Posterior Anterior


Hay 8 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


DeEmily
28 de marzo de 2007 a las 01:23

Querido Fray Antonio, hacia varias semanas que no abría tus páginas... Y me encuentro con la Muerte y la Vida, como el anverso y el reverso de un mismo tejido. Te ecompaño de corazón en el sentimiento por esos dos hermanos que se te han ido. Y también te felicito por esa sangre nueva de tu familia que luce tan alegre en la fotografía del sobrinito. Porque aunque tengamos que morir, somos seres nacidos y cada nacimiento, como dice Hanna Arendt, inaugura un mundo, se muestra como milagro, y en si mismo es don y perdón. FELIZ PASCUA DE RESURRECCION!! Rezamos contigo y también con Rosales.

santiago rodriguez
29 de marzo de 2007 a las 03:24

razonablemente dice Eclesiastes 7.1; mejor es el día de la muerte que el día del nacimiento, especialmente para aquellos que se han hecho un buen nombre ante Dios, pues el mismo versiculo dice que mejor es un buen nombre que un oloroso unguento.

lola
29 de marzo de 2007 a las 13:00

¿para que te quieres despedir? ¿te parece necesario? ?y si la muerte fuese esto y la vida donde estan ello?, a mi me lo parece, porque lo unico que veo es gente sufrir y gente sola de la que nadie se preocupa, asi que esto es la muerte

LMDN
29 de marzo de 2007 a las 15:45

La última vez que tuve ocasión de ver al P. Gonzalo fue hace poco más de dos semanas, en el funeral de Sor Isabel Ablán, en el que él concelebró. Hoy he asistido en la misma capilla del colegio de Santo Domingo de Granada al funeral de Sor Matilde. Los tres, así como fray Vicente, grandes y buenas personas muy queridas por todos los que recibimos el beneficio de su buen hacer y la semilla de su predicación y su testimonio. Grande es el hueco que la ausencia de todos ellos deja en la Orden, en la familia dominicana aquí en Granada y en los corazones de los que los conocimos. Viene a mi mente la cita de Cervantes “Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”, y elevo una oración por ellos, recordando el Cantar, “el amor es más fuerte que la muerte”. Descansen en paz en la luz del Señor.

ramon
29 de marzo de 2007 a las 15:52

Que facil es hablar sin amar, conocer y convivir con las personas que mueren,vicente, y sobretodo gonzalo nos han dejado un vacio tremendo, sus sonrisas,sus consejos, su cariño y su saber estar en todos los momentos,por eso te entiendo antonio, que ellos intercedan desde el cielo por nosotros.

Unodetantos
30 de marzo de 2007 a las 02:44

Este blog es un poco como la rueda de la vida, el nacimiento de unos, la muerte de otros, el movimiento que hay en nuestra naturaleza, pero los extremos se tocan (nacemos para la muerte y morimos para la vida) todo muy contradicctorio, como en un carrusel donde vivimos y sentimos, y precisamente no me extraña que digas que todo ha sido tan rapido, tan doloroso, tan inconcebible, pero posible y cierto, y la despedida, dices que no te despediste??? seguro que lo hiciste, como lo hiciste todos los dias, en la cotidianidad, lo que no sabias ni yo sabia es que esa vez seria la ultima vez, es que esa voz seria la ultima vez que la oyeras, en fin, que muchas veces no damos importancia a lo cotidiano, y precisamente ahy, en lo cotidiano, en lo que carece casi de importacia, se guarda lo importante, lo que permanece en el recuerdo.

dominica celta
1 de abril de 2007 a las 02:01

Qué grandes son los hombres que saben llorar, qué bueno es echar de menos, aunque se acepte la realidad, que hermoso dejar bullir la humanidad que nos asoma y desborda, engalanada de Gracia. Gracias por esas lágrimas que son un himno agradecido a la vida que puede más, la que permanece en el amor.

Juan de Dios
25 de octubre de 2007 a las 16:37

Se me inundan los ojos al recordarlos. Que mal comenzó el año, querrá Dios que sea así. Si tras perder a un cuñado, más bien Hermano, pues de esta manera nos considerábamos. El mismo día de Enero que enterrábamos sus cenizas justo detrás del panteón de los frailes, a los pies de un pino, lugar que llaman el bosque de los ausentes, decía ese mismo día por la tarde, que por cierto nevó y mucho, me daban la mala noticia de que tenia un tumor que había que extirpar-Hoy al parecer estoy limpio-resultando todo bastante bien.
Llego marzo y, Fray Vicente primero y un día después, mí querido P. Gonzalo nos dejaban. Dios que mal resiento recordando todo.
Lego Junio y a mi padre con 87 años le ponen un marcapasos, que casi lo dejan en estado vegetal, pero con tesón y el cariño de sus seis hijos lo estamos recuperando, para que cuando Dios quiera y con una mejor calidad de vida, valla al encuentro de los que nos dejaron y vera a mi madre que también se fue cundo yo tenia 4 años.
Mi fe en Dios nuestro Señor, y mi amor a María, me hacen pensar que por algún motivo será todo.
Una oración por todos ellos.

Suscripción

Suscribirse por RSS

últimos artículos

Archivo

Logo dominicos dominicos