Ene
Guarani purahéi
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Guarani purahéi. Cantos guaraníes. Edición de Cristian David López y José Luis García Martín. Impronta (Gijón, 2012) 70 pp.
Gran parte de la mejor poesía de la historia es de autor anónimo. Lo más hermoso que le puede suceder a un poema es acabar siendo voz del pueblo, tan del pueblo que al final dé igual quien lo haya escrito.
Esto es lo que sucede con estos Guarani purahéi, cantos guaraníes, editados por Cristian David López y José Luis García Martín. Son poemas o cantos que el pueblo guaraní ha conservado por tradición oral manteniendo de ese modo vivos pequeños tesoros cuya pérdida supondría un empobrecimiento para la cultura universal.
Al leerlos tenemos la sensación de encontrarnos ante dos realidades muy distintas y, sin embargo, relacionadas. Por un lado, la pureza, la ingenuidad de aquello que brota de forma primera y sin someterse a un cuidado demasiado reflejo. Se trata de esa sensación de estar ante palabra recién nacida, limpia aún, no maliciada y que, en analogía, nos retrotrae al misterio original del canto, del lenguaje y del hombre mismo, porque decir lenguaje es decir hombre.
Por otro lado, dada su tradición oral, en seguida nos damos cuenta de que, en realidad, estamos ante palabras que sí que han rodado mucho por el mundo, de boca en boca, de generación en generación, de esquina en esquina, por lo que, como todo lo que deambula por el mundo, estamos ante cantos muy rodados: el paso del tiempo y el andar callejeando puede manchar y estropear pero, a la vez, puede despojar de mina e impureza unos versos hasta dejar de ellos lo que no puede destruirse.
Así es que, a la vez, canto original y canto rodado, ambas cosas; asombro, ingenuidad, pureza y, en unas mismas palabras, voz trajinada, pública, muy usada. Estamos, en estos versos, ante dos maneras radicalmente diferentes de llegar a la poesía y, sin embargo, tan cercanas.
Por otro lado nos recuerdan que el canto popular, por sus propios derroteros, acoge las mayores profundidades del ser humano singular. No encontramos mero folclore, mito, rito u oración, sino también asombro ante la vida y la naturaleza, amor, angustia, culpa, denuncia social y hasta metapoesía:
Si yo canto, danzan
todas las hijas del mundo
y también las alimañas,
la luna y las estrellas
y los peces del río.
Por lo demás los editores hacen el inmenso regalo de descubrir a los lectores españoles (-dispongo de una edición cubana de poemas escritos en guaraní, esta vez no anónimos-) un tesoro, pues cualquier lengua lo es y no puede perderse. Parecen impronunciables y daría cualquier cosa por escucharlos de labios guaraníes, de la voz del propio editor, Cristian David López, por ejemplo, quien, junto a García Martín, ha traducido y adaptado de tal modo que también en la versión española hay música y belleza formal.
Una auténtica belleza estos Guarani purahéi. Una revelación inolvidable.