Ago
Gratitud
3 comentariosEs lo que tiene el tiempo; que, sea lo que quiera que sea, nos enfrenta a nuestra limitación. Hasta aquí ha llegado una etapa de mi vida. De lo que haya de venir después, si algún proyecto nuevo ha de venir, de momento no hay más que intenciones y muchas ganas.
Toca ahora descansar unos días y aguardar el curso nuevo. Pero bueno, lo primero es lo primero. Siempre la primera y la última palabra han de ser de gratitud. Gracias por estar cerca en todo lo bueno que me ha sucedido en estos meses que se cierran, por la felicidad sincera de quienes me habéis apoyado con vuestra cercanía y vuestra confianza.
Gracias a la palabra dada al otro culminamos caminos a lo largo de los cuales hemos estado a punto de tirar la toalla. Es por ello que a la fe y a la esperanza de los otros le debemos lo mejor. Aunque sólo nos demos cuenta al cerrar capítulos con un final feliz.
Así es que, resumiendo, no me quería marchar sin daros las gracias por los mensajes de felicitación recibidos. Mi tesis llegó a su fin de la mejor manera no sólo por su resultado, sino porque llegó a convertirse en una alegría compartida. No sé si aún quedan mensajes en mi correo que no he respondido. Desde luego que a los de Facebook no he podido llegar. Pero mi felicidad y la celebración conjunta han sido evidentes. La generosidad y la grandeza de alma de los amigos se hacen visibles en su capacidad para celebrar con nosotros lo bueno y lo bello que nos sucede.
Por todo ello no quería cerrar este curso académico sin dar cuenta de aquello a lo que no he podido llegar. En torno a mi mesa quedan libros recibidos. También en mi email. Quería leerlos, responder su recibo, reseñar algunos. Pero soy limitado. Julio no me lo ha puesto tampoco fácil. Prometo hacerlo en septiembre. Porque de lo que insensatamente había planificado para agosto descubro que sólo una cosa es importante: estar con los míos, descansar de verdad, respirar por dentro, zambullirme en la belleza de la vida en compañía de mis pequeñines y sólo algún amigo de los que nunca sin, amén de algún compromiso con mi tierra. Preparo en este instante el pregón para las fiestas de mi pueblo con la ilusión de quien sabe ha de devolver a sus raíces humildes lo poco que tiene.
Feliz descanso. Hasta muy pronto con reseñas, comentarios de libros y todo de lo que sea capaz.