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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

11
Mar
2009

Gracias a todos

2 comentarios

 

Llegan a mi correo electrónico varios Power-points cargados de dolor. Algunos son de amigos, otros, de hermanos. Otros, de no se sabe dónde, como parte de esas largas cadenas que ayudan a romper cadenas. No sé cómo dar las gracias. Bueno, sí lo sé: con una abrupta convulsión os he hecho un poema que casi no está ni pulido. Da risa, pero es mi manera de dar las gracias. Gracias.

 

Las profundidades del mar escupen hombres

ya muertos o camino de la muerte

como mi corazón me escupe a mí.

 

No es asco lo que el mar siente en su fondo.

Es su única manera de salvar lo ya perdido.

 

No sé si un sentimiento similar

tiene mi corazón al vomitarme.

 

Lo único seguro es que sus muertes

no pueden compararse con la mía.

Yo muero de estar muerto, me muero de mí mismo.

 

Varones de dolores, magullados

de mar, hermanos míos

cargando con mi cruz.

Pesqueros de cadáveres –pesquero

ninguno a mí me lleve.

Más bien llorad por mí

junto a mi corazón que ya está lejos

de mí, libre de mí, posiblemente navegando

tan indocumentado que tan sólo,

tan sólo es corazón sobre la playa-.

Pesqueros de cadáveres

  

                ...y tú, mientras, Antonio,

estúpido hijo mío,

hablándole a tu voz.

 

 

Valencia, 11-M de algún año

 

 

 

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Martín Gelabert
11 de marzo de 2009 a las 21:09

Enhorabuena, Artista. Y ¡ojalá este mar tan querido un día sea lazo de unión entre hermanos y no tumba de muerte, este mar que ha sido testigo de tantas maravillas, de la extensión del cristianismo entre otras!

Makarios
14 de marzo de 2009 a las 02:27

Déjalo sin pulir. El poeta habla con el corazón y aquí aparece bien patente.
Eso de no desear la mujer de tu prójimo espero que no se extienda a la capacidad poética. Esa si la invidio con envidia de la mala.
Esos ya miles de muertos de las pateras han dicho lo que tenían que decir en tus versos.
Un abrazo y muchas gracias.

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