Jun
Eres un sinvergüenza
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Mientras trabajo algunas noches a media intensidad, escucho música de los Klaus&kinski. Los Klaus… son un dúo de esos que los intelectuales pedantes llaman “de culto” (me pregunto hasta qué punto la expresión “intelectuales pedantes” no delata también una actitud de intelectualidad igualmente pedante. Y posmoderna para colmo).
Como mi conexión a Internet últimamente falla, se me paran los youtubes justo en los anuncios del principio. El otro día el video se detuvo justo en una imagen del anuncio de un coche.
Sólo un fotograma. En él se veía la imagen de una mano sobre la palanca de cambio. Era una mano de mujer. No llevaba uñas largas ni pintadas, pero sí cuidadas. En sus dedos, tres añillos: uno con brillantes de bisutería, muy femenino, para que no quedara duda. Otro se parecía -quería quedarse en el parecer sin mostrar claramente- a un rosario de los que se portan en el dedo. El tercero era un anillo de acero de los que llevan personas de una estética alternativa o afines a causas socialmente comprometidas y críticas con la sociedad. La manga que vestía la mano era la de un jersey marrón de punto de lana casero, sencillo, hasta humilde, pero digno. La mano femenina agarraba la palanca con decisión, con cierta fuerza, incluso con una disposición masculina de dedos.
Así es que, en un sólo fotograma, adivinamos que el anuncio del coche está dirigido especialmente a mujeres. A un tipo de mujer femenina –el anillo de bisutería brillante- pero que no tiene demasiado tiempo para lacas y manicuras –las uñas sin arreglar pero aseadas-, decidida y con carácter –la forma de agarrar, los dedos masculinos-, de un poder adquisitivo medio-bajo –el jersey de punto marrón- que sintoniza con ideas progresistas y socialmente comprometidas –el anillo de acero- y tiene una inclinación espiritual –el anillo tipo “rosario”- cercana al cristianismo –se veía en él algo parecido a una cruz- sin demasiadas definiciones –se veía difuminadamente-. Un fotograma elaborado pero certero.
Admiro el trabajo de la publicidad. Creo que podemos aprender bastante de este arte. Como en este fotograma, un verso, un poema, un discurso o un sermón deberían buscar la imagen, las palabras justas y depuradas, sencillas pero trabajadas, que mejor trasmitan su mensaje.
El Evangelio no sólo da cuenta de las imágenes que Jesús empleaba, sino del mismo hecho de que Jesús se preguntaba a sí mismo cómo hacerlo, qué imagen iba a usar. Y cuando se pregunta cómo poner delante de los ojos el Reino de Dios encuentra una: la semilla mostaza.
Me pregunto cuál es la razón por la que a veces poetas y predicadores no prestamos tanta atención a este aspecto de depuración y concreción visual. Y la provisional respuesta que me doy destaca por su prosaísmo: al contrario que en la publicidad, no hay dinero de por medio.
PD: ¿y el título? Trataba de aplicarme lo de la publicidad, un titulo desconcertante, y, simplemente, he vuelto al principio: es la canción de mis Klaus&Kinski que intentaba escuchar. Pero he fallado en longitud de texto.