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En un mundo mejor
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Cuando se abordan temas como los que aparecen en la película danesa En un mundo mejor es difícil no caer en los planteamientos y respuestas típicas, en lo estereotipos o en los simplismos.
Los protagonistas son dos niños. Uno acaba de perder a su madre y una rabia y un dolor no expresados ni curados condicionan su carácter duro, su manera rotunda y violenta de responder a las agresiones de los demás y su actitud acorazada ante la vida y sus propios sentimientos. El otro niño es, en cambio, apocado e incapaz de responder con la menor agresividad a las provocaciones y abusos de sus mismos compañeros de colegio. El primero se convertirá en el protector del segundo y la relación alcanzará un desenlace dramático.
Especial interés reviste el personaje del padre del niño más débil, un médico que trabaja en África y muestra firmes convicciones pacíficas –reflejo de las cuales es su propio hijo- pero que, ante el exceso de maldad que encontrará en un guerrillero africano que se dedica a abrir a cuchillo a embarazadas por pura diversión, entrará en conflicto consigo mismo y sus convicciones.
La directora, Susanne Bier, mira de cara a la violencia, su raíz y cómo situarnos ante ella. No da respuestas absolutas ni se lo pone fácil al espectador. La familia, las relaciones de pareja, el modelo pedagógico, el bullying escolar... quedan relacionados en este entramado de violencia.
Lo que hace grande esta película es que escapa con nota a la tentación previsible de o dejarse conducir por un desenlace dramático y desesperanzado o resolverlo todo con una moña de sensiblón buenismo. Y el hecho de que, como ha manifestado Bier en alguna entrevista, no se escondan los aspectos más débiles de los personajes no es un impedimento para que la esperanza se abra paso por la puerta del perdón.
Cada vez que se quiere hablar de esperanza y el perdón en una obra de arte puede correrse el riesgo de que se cumpla aquello de que los mejores sentimientos hacen la peor literatura. En este caso el dicho no se cumple.
Una buena película para entrar en la Pascua con verdadera necesidad de redención.