Nov
En parte donde nadie parecía
3 comentariosNos preparamos para la semana sanjuanista de Úbeda, donde compartiré actividades con la fotógrafa Ouka Leele y el coreógrafo y bailarín Omar Meza. He pensado comenzar de este modo mi intervención titulada "Noche de amor viva".
"Yo, por entonces, era un estudiante de bachillerato. Andábamos leyendo a Fray Luis de León y a San Juan de la Cruz. No era la primera vez que leía a San Juan de la Cruz. Pero en esos años, que recuerdo neblinosos, una pulsión viva se tensaba dentro de mí al contacto con los versos del “Cántico espiritual”. Así es que, en un extraño arrebato de futuro, me dije: “si alguna vez soy cura, seré carmelita, pero jamás seré dominico, porque los dominicos son inquisitoriales y malvados”.
Vino después el estudio de Marx, de Nietzsche y la neblina adolescente se convirtió en sombra coagulada. Leí, además, “San Manuel Bueno, mártir”, de Unamuno, esta terrible novela en la que un sacerdote ha perdido la fe. Don Manuel sabe -sólo él y muy pocos lo saben- que ha perdido la fe, pero continúa siendo a los ojos del pueblo un hombre de Dios, santo, bondadoso y párroco ejemplar que, sin embargo, conoce -sólo él conoce- la falta de esperanza que habita su corazón mientras vive el drama del que ya no cree y, en cambio, es un ejemplo cristiano para los demás.
Así es que, nuevamente hacia mis adentros, me dije: “no quiero que esta sea mi historia”.
Y, de este modo, el despunte de vocación y de inocencia que desde niño me había acompañado se fue muriendo, se fue extinguiendo ahogado por el miedo.
Dios, cuando yo menos lo esperaba, se me puso delante donde yo menos lo esperaba a través de alguien que yo no esperaba. Y sucedió aquí, en Úbeda, pocos años más tarde."