Abr
El vencedor
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Mañana se entrega el Premio Cervantes, el más importante de las letras hispanas. Este año ha recaido en el poeta mexicano José Emilo Pacheco.
Su poesía es una lección moral y un testimonio del claroscuro de vivir. Una poesía extremadamente sencilla, pero con esa sencillez que denota un trabajo de depuración antiretórica y de ascésis del lenguaje que es siempre más brilante, inspirada, difícil que una poesía basada en el efectismo y el artificio. Hay que escribir mucho para que, al fin, el poema venga de un tirón con el ritmo puesto, con la intensidad entera. Quien lo ha probado lo sabe: sólo al final de tirar muchas paginas a la papelera la matemática milagrosa del poema surge sin necesidad de contar versos con los dedos.
Poesía humilde de un hombre humilde que declara que lo único que habría deseado es contribuir a erradicar la maldad y la violencia de este mundo. Ahí es poco.
EL VENCEDOR
El primer hombre al que maté
Cayó en Tolemaida.
Trató de protegerse con el escudo
Pero mi lanza fue más rápida.
Se tambaleó, vomitó sangre
Y me miró,
Me miró en silencio.
Me dejó a solas con mi triunfo y su muerte.