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El cant dels ocells
6 comentariosEs un ejemplo de desamortización espiritual del arte cristiano.
Cuando se vacían de su contenido, del contenido que las ha hecho surgir, las bellezas fruto del cristianismo se convierten en tristes formas para bellos sentimientos.
El cant dels ocells parece ser, en su origen, un villancico que canta la emoción de ver despuntar una gran iluminada que no es otra cosa que el nacimiento del Hijo de Dios. Y es bellísima la melodía: un canto preñado de paz, de sosiego, de luz suave que va surgiendo poco a poco. Pero que tiene una razón de ser: el nacimiento de Cristo luz.
Desamortizado de esa su raíz y su luz, se convierte en la melodía, ya no canto, que acompaña el dolor de las víctimas. Y no está mal. Y es algo que un cristiano puede compartir. Pero no sin dejar de pesar que qué vacío y preñado de melancolía. Lo que era un canto de esperanza ahora nos suena a melodía de nostalgia.
Es posible que este vaciamiento laicificante de las bellezas cristianas, a veces con el aplauso de los mismos cristianos, nos conceda que en el futuro tengamos catedrales convertidas en museos sin nada que mostrar más allá de sus formas y colores, o conventos convertidos en paradores con mucho relax pero sin duradera paz.
Arte sin el Dios para el que nació. Playas si mar formadas por el mar. Melodía para las víctimas sin resurrección. ¡Qué vacía se queda la belleza cuando se le extrae el espíritu hasta la desecación!