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De aeternitate mundi
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Traemos un poema para celebrar la antigua fiesta de Santo Tomás de Aquino.
DE AETERNITATE MUNDI EN VARIAS LENGUAS (POÉTICAS)
Antes del mundo ya era el mundo.
Y siempre habrá de serlo. Hasta en la muerte.
Será tan sólo el mundo de la muerte.
Tomás de Aquino mismo ya escribía
sobre la eternidad del mundo en términos reales.
Podemos traducir lo que no dice
diciendo y no diciendo
que el mundo estaba en Dios -Dios era el mundo-
y que quizá lo siga estando cuando pase
la imagen de este mundo que no es nada
y es todo lo que somos pese a nada.
Mundo de carne, mundo abrazos.
Mundo besar, mundo ignorancia.
Mundo los otros que no tienen
el mundo que nos abre y que reciben
del mundo que no somos y les damos
en plena comunión fuera del mundo.
Mundo es el alma, mundo mudo,
mundo palabra y mundo su mudanza.
Mundo yo muerto en estas líneas
y mundo tú, lector, que me haces mundo
mil mundos más allá del mundo tuyo.
Mundo decir, mundo Tomás
de Aquino que no está y al que amundano
en este mundo extraño tan distinto
y en parte tan igual al que no tuvo
pero que incluso imaginó que fuera eterno
sin nunca demostrarlo, pues se escapa.
Yo fui fuera del mundo y allí estaba,
tan fuera de mí mismo y tan adentro...
(-dentro no hay nada)
tan dentro de mi nada -dentro incluso
del mundo de la nada de mi nada-,
que el mundo estaba allí: que me mirabas.