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CUANDO EL DOLOR ENTRA EN EL ARTE
4 comentarios No sé ustedes, pero yo no sabía de ella hasta su colaboración en la película Hable con ella de Almodóvar. Es Pina Bausch, coreógrafa alemana nacida en 1940 y una de las grandes renovadoras de la danza contemporánea. Anda por Madrid, ciudad en cuyo teatro de
Durante el proceso de creación de esta obra, en Estambul, estalló la guerra de Irak. Pina confiesa en un diario nacional: “la realidad de lo que estaba ocurriendo era tan fuerte que yo me preguntaba hasta qué punto tenía sentido realizar una obra de arte”.
Interrogada acerca de cuál es, pues, el papel del arte en el mundo actual, responde que “es importante propiciar el acercamiento entre nosotros. Ver que estamos juntos, que nos reímos de lo mismo, que lloramos con lo mismo. Que estamos cerca los unos de los otros. Que nos reconozcamos, que descubramos la ternura. Y no hay que renunciar ni tirar la toalla. Hay que sentir que estamos juntos”.
Si esa es la finalidad del arte, me apunto. Jodorosky –perdonen la pedantería- poeta, pintor, ilusionista..., en una etapa nueva de su arte abierta tras la muerte de su hijo, declaraba que ya no le interesa el arte que sólo mostraba la neurosis del artista, sino tan sólo el que sirve a lo humano. También me apunto, si es que se trata de servir a lo humano.
Mas luego me pregunto ¿qué es lo humano? Stalin quería salvar a la humanidad. También Hitler, y Pol Pot y Ahmadeniyad, y Bin Laden y Bush... ¿Qué es lo humano? ¿Dónde el modelo de humanidad?
Ecce homo -he aquí el hombre- nos dice el evangelio, ante el magullado y azotado manso e inocente. ¿Cómo puede servir el arte a los ecce homos de hoy y de mañana? ¿Es un bello prototipo de humanidad el cuerpo de un hombre torturado, manchado...? ¿Qué arte servirá a este hombre y no a un modelo de hombre inventado?
Pina Bausch danza lo que no se puede decir más que retorciendo el cuerpo. Porque hay cosas que sólo se pueden decir retorciendo el torso, los renglones, los trazos, el hierro...
Yo me apunto a expresar lo inexpresable, porque la predicación tiene que llegar y hacer parir cosas que el hombre tiene mu pa dentro. Y en eso es arte.
Y si hay alguien que busca también alumbramientos con su arte, bienvenido... Porque para cualquiera que busca la verdad entrañal dijo el Señor: ¡no se lo impidáis!