Nov
Crystal Ball
2 comentariosUna vez desaparecidos The Cranberries, en lo que a pop se refiere, los Keane pasaron al número 1 de mis favoritos. Sus letras reflejan lo perdido que se puede llegar a estar. Pero aún están llenas de poesía. Dan cuenta de la pérdida del amor, de la pérdida de la identidad, de la pérdida… No comparto su desazón, pero es que hay que entenderlos. Yo creo que lo cantan porque en el fondo saben que una vez las cosas fueron de otra manera. Me explico: dar cuenta de lo que se pierde es levantar acta de lo que se tiene pero no se encuentra. Si, por ejemplo, hablo de mi paraguas perdido, es porque alguna vez hubo un paraguas. Mutatis mutandis, si yo, si mi amor, si mi fe, si mi esperanza... se esfumaron, no hay forma más memorable de afirmar ese amor, esa fe, esa esperanza que cantarlos.
Sus letras se resignan al aquí y a la fatal condición de ser hombres perdedores. Hombres que lo van perdiendo todo y que repiten: no importa, eso es así, no hay otro remedio. No busques otra cosa, disfruta de lo que hay.
Los Keane han sacado nuevas canciones. Y ya ando buscando en los mantas de la calle el disco. Porque lo que he escuchado… ¡qué bonito!, aunque no me resigne a sus letras, pues mi esperanza tiene un fundamento que yo no me he dado.
En el próximo post hablaremos del nuevo disco. Pero aquí dejo su Crystal ball, una de mis antiguas favoritas. Y es que, prescindiendo del video y fijándonos en la letra de esta canción, ¿hemos pensado qué significa que todo lo que creemos, lo que creemos ser, lo que creemos tener, se puede deshacer cuando menos lo esperamos? Y qué decir de los que están a nuestro lado y son nuestra vida. No siempre estarán.
Si hablo de los Keane es porque me parece que todavía se hacen preguntas cuyas respuestas, nunca encontradas, ni tan siquiera imaginadas, nos pueden ayudar a profundizar en el misterio de la vida.