Nov
Conferenciantes
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El poeta conferenciante es bueno. He venido a escucharle porque me gusta su poesía.
Entre él y el presentador –que se entromete demasiado- han citado ya siete veces a San Juan de la Cruz. Bueno, genial.
Pero es que –en ocasiones sin venir a cuento- tampoco cesan de decir que no creen en una religión personal:sí a la espiritualidad, sí a la mística...
Luego que si el poeta es un ser siempre en contacto con el misterio, que si un ser que capta lo invisible... Y cita a Rothco. Y lee un buen poema sobre Rothco:
Rothco tiene la cualidad
de ver las cosas como son...
Pero eso de las religiones, de las verdades... que no, que no.
La oyente de los enormes pendientes triangulares entrecruza los dedos de sus manos bajo su mentón, se acurruca en su asiento, inclina un poco la cabeza, musita con los labios y hace gestos de asentimiento: así es, como yo pensaba... Parece rezar.
Pero me pregunto: ¿a quien le rezará?, ¿a la idea transcendental de la poesía?, ¿a la hipóstasis divina de la belleza?, ¿al espíritu transtemporal de Rothco?, ¿al polvo sideral imantador de corazones? ¿Quién la escuchará? ¿Qué rostro tiene en sus entrañas dibujado? ¿Cómo se llama?
Amigo poeta, señor presentador entrometido, amiga orante: su hasta siete veces nombrado Juan de