Ene
¡Artistas, artistas...¡
3 comentariosLa Epístola moral a Fabio, finalmente atribuida a Andrés Fernández de Andrada, nos dice: iguala con la vida el pensamiento. Es el consejo moral que el autor da a Fabio ante las pretensiones de cargos y ascensos en la agitada vida cortesana.
Iguala con la vida el pensamiento: vive según tu conciencia, en su grado más alto de rectitud y de virtud.
Vuelvo a leer siempre que puedo esta epístola cuya fama como una de las cimas de la poesía española no cesa de crecer de estudio en estudio. Perfección de forma y hondura de contenido pocas veces han alcanzado una simbiosis más fructífera.El pasado verano me acordé mucho de ella. Verán.
Estaba yo en Cádiz predicando la novena de
Solía acudir a mirar mi correo electrónico a un ciber y entraba en el chat para ver quien había conectado. Un día mi sorpresa fue coincidir con un amigo valenciano que en ese momento estaba, precisamente, trabajando en la provincia de Cádiz en el rodaje de una película. Él es responsable, a pie de camerino, de una empresa dedicada al vestuario de cine, empresa cuyos servicios son solicitados por numerosas compañías españolas. No diré el nombre del director ni el título de la película en que estaba trabajando (basada en un libro de un famosísimo escritor y periodista ahora muy de moda). Tampoco el nombre de los actores, que son superfamosos. Pero mi amigo estaba encendido y despotricó de lo lindo cuando quedamos para vernos.
Son insoportables. Narcisistas, egocéntricos, tiranos, raros... Fulanita un día montó un numerito porque no le ponían yogurt de soja. Nosotros desde las siete esperándolos en la caravana y para ellos hay que alquilarles un chalecito en cada sitio de rodaje. Menganito es un chulo y, además, sobreactúa. Pero las iras de mi amigo descargan especialmente sobre las actrices: son las peores. Que si esto me agranda el trasero, que si estos colorines me hacen sentir insegura, que si alguien puede darme un masaje, que si fulana me roba plano... Unas tiranas, envidiosas, superficiales, trepas (y mas cosas que me callo) que se chupan las partidas mayores de presupuesto. Y los trajes más caros. Y contratos exclusivos con empresas de lujo para la promoción y los premios. Mi amigo hablaba con nombres y apellidos (artísticos). Y luego van de progres al Congreso y de obreras con camiseta o de voluntarias, pero con fotógrafo de firma por delante.
Yo, que sé que la relación de mi amigo con el sexo femenino no es, digamos, muy empática, le digo que seguramente exageraba. Aunque lo que él exabrupta lo he pensado más de una vez: ¡qué difícil le resulta al artista estar cerca de su pensamiento o de su arte, igualar con la vida lo pensado...!
He vuelto a releer