Feb
4 meses. 3 semanas. 2 días
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En la escena más dura se oye cómo el feto envuelto en una toalla resbala por el conducto de la basura. Después hay un silencio.
Música no hay nunca.
No sabes en ningún momento si la película está a favor o en contra del aborto. La vida cotidiana puede ser terrible y lo sórdido puede dejar de serlo para convertirse en habitual. De alguna manera, todos son víctimas y todos son verdugos.
La luz es siempre deficiente y la cámara al hombro hace temblar las escenas con un pulso orgánico, corporal; con un pulso humano. Pero de pronto hay una escena en la que la cámara no se mueve durante muchos minutos. Es que a veces hay que moverse para entender lo que está pasando y otras veces hay que pararse a contemplar el mundo sin pestañear. En eso la película es grande, porque el cine no es otra cosa que aprender a mirar.
4 meses
3 semanas
2 días no es una película que te emocione. Simplemente es tan lista que se instala en tu realidad y no se marcha de ti durante mucho tiempo. Y, si encima tienes fe, te dan ganas de rezar por los personajes, como si los personajes existieran.Claro que ¿qué es existir?
Y en la última escena asistes a una conversación en primerísimo plano. Aunque de pronto, no: unas luces de faros de coches se reflejan en la pantalla y la cámara retrocede y te das cuenta de que no, que tú no estás en la conversación, que no la entiendes, que hay un cristal por medio en el que la calle y el trasiego se reflejan. Y la película te acaba mirando a ti que estás fuera.