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Sep2011Finales de agosto, principios de septiembre
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Sep
Algunas narraciones, especialmente algunos guiones cinematográficos, contienen finales intermedios. La historia que se narra parece terminar y, en un momento dado, parece que asistimos al desenlace de una trama o al punto en que algo se explica y cobra sentido. Es algo así como un punto de fuga que nos hace comprender aspectos que hasta ese momento resultaban misteriosos o permanecían como elementos inconexos. Pero no son más que falsos finales o finales requeridos en orden a intensificar el verdadero desenlace.
El avance de la trama, si está bien contada y el alto riesgo de seguir esa senda no va a dar en el fracaso, nos mostrará que hay "algo más" que integra ese falso final y esa comprensión que hasta el momento nos parecía –o no- medianamente convincente. Este elemento dará a la obra mayor profundidad, la redefinirá incluso en cuanto a género si es preciso.
En la vida ocurre algo así. Los finales suelen ser parciales, interinos, porque y mientras la vida continúa. Y, para colmo, nuestra historia es una historia imbricada en otras. Y, además, forma parte de una totalidad.
Pienso en ello mientras preparo un curso de escatología. Sin duda el momento de nuestro nacimiento es un punto de fuga necesario para comprendernos. Pero el punto final, el de nuestra muerte, no es más que un punto entre puntos suspensivos.
Me di cuenta recientemente de que en mi poesía está presente esta realidad al tener que explicar ante un grupo de oyentes porqué en mis libros el último poema suele titularse “prólogo”. El final es un principio que abre nuevamente el libro. El final relee el principio y abre nuevos sentidos. El principio, además, sólo es percibido como tal desde una cierta conciencia de final. Comenzamos cuando, quizá, hemos llegado al final de algo, a un final intermedio del que desconocemos todo hasta que consigue abrirse paso a través de la escritura o cualquier otra forma de comunicación.
Este video de Sigur Ros –la proximidad del otoño me pone muy Sigur Ros- me lo ha recordado. En cierto modo ha servido de final intermedio a una serie de pasos que estaban ahí también inconexos, raros, casuales… aunque no tanto.