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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

7
Jul
2011

¡Que levante la mano!

6 comentarios


Don José, un feligrés de todas las tardes con el que acostumbro a echar un rato de conversación en la puerta de la iglesia, es un magnífico conversador que la emprende por temas enjundiosos. Toda su vida ha guiado a ilustres visitantes por los monumentos de Granada: me cuenta anécdotas de Kissinger, de los reyes de Suecia... Domina a la perfección el inglés, el alemán, el francés y se atreve con el ruso… Aparte de las cosas de la vida, tiene la costumbre de traerme recortes de prensa que considera de mi interés. Y acierta. El último, una tercera de ABC firmada por Olegario González de Cardedal.

 

 

Como siempre, Olegario glosa su artículo con versos de poetas. Era una de las cosas que me fascinaban de sus clases -muchas veces lo hacía de memoria-. (Por cierto: su prosa noventayochista es una joya rara de encontrar hoy en día; también los teólogos deberían entrar en las candidaturas a reconocimientos literarios –ah: que no es políticamente correcto.) En fin: que Olegario cita a los poetas: Hölderling y Machado aquí. Juan Ramón, Unamuno y Rilke en otros de sus textos.

 

Y yo me digo: ¿nos hemos quedado en estos maestros? ¿Para cuándo hablar con los que son los machados y rilkes del siglo 21? ¿Quién citará Un sueño está soñando los sueños de los otros, o La sed de la belleza de la forma,/ que es sólo sed de un dios que nos sosiegue, de Francisco Brines? ¿Quién recoge la profecía de Antonio Colinas cuando nos anuncia -convirtiéndose en voz de ella- una sed misteriosa de luz que está amaneciendo, un despertar, ya en acto, de querencia de infinito? ¿Quién se deja interpelar por estos versos de Raquel Lanseros?: ¿A quien se le ha ocurrido este dios impasible/ fabricado con mitos y con prohibiciones? ¿Quién conversará con Juan Antonio González Iglesias cuando afirma y reclama las que él entiende como compatibles, a saber: la experiencia cristiana y la identidad homosexual? ¿Quién da la réplica a los cantos doloridos por el silencio de Dios de Antonio Carvajal en su Paráfrasis de las siete palabras? ¿Quién incorporará la experiencia profundamente cristológica de Alfonso Canales a la reflexión teológica? ¿Quién invoca al corazón como el gran cartógrafo de Dios (Todo mi corazón cabe en tu mano/ y en este corazón ya cupo el mundo:/ el mundo que no cabe en parte alguna,/ salvo en tu mano dios, la continente) en el frenesí rítmico de Carlos Marzal?

 

¿Quién? ¡Que levante la mano!

 


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Luis
7 de julio de 2011 a las 22:03

Comprendo, Antonio, tu zozobra por lo que se refiere al diagnóstico. No así por lo que se refiere al pronóstico. Será por mi naturaleza optimista.

Preguntas: “¿quién?” y no levantas la mano. Será por tu naturaleza humilde.

En realidad, este post es un bucle, ¿no crees?

Antonio
7 de julio de 2011 a las 22:52

Si, amigo Luis, es un bucle... Es que me pongo retórico y me pierdo. Más que zozobra yo quería lanzar un reto y, a la vez, en el reto mismo, comenzar a afrontarlo.
Gracias. Veo tu mano levantada. Y es de paz.

Dr.J
9 de julio de 2011 a las 14:22

Tu quoque Antonio! de Cardedal como sabes perfectamente y no de Cardenal. Respecto a lo otro yo creo que es pronto, como dijo Ho Chi Minh al pedirle su opinión en el bicentenario de la Revolución Francesa "estos recientes acontecimientos tendrán amplias repercusiones que no nos es dado juzgar tan prematuramente"

Antonio
9 de julio de 2011 a las 14:25

Siempre me pilla algún error, DrJ. Lo cual le agradezco. En este caso es culpa del corrector automático, que cambia en el acto lo que no entra en su diccionario. Me irrita bastante el corrector. A veces tienes que cambiar tres veces una palabra porque te la vuelve a corregir a su criterio.

Juanjo
10 de julio de 2011 a las 12:18

Roto, todavía por el asesinato de un poeta, un hombre, un humanista como Facundo Cabral, amigo de todos, y hombre íntegro, poco puedo ya decir.
Don Olegario, ha sido siempre para mía el teólogo/poeta, sin saber nunca donde comenzaba uno y acababa el otro.
Quizá hasta a veces un poco forzado, recargado, quizá algo rebuscado.... pero es Olegario.

ratolin-es
10 de julio de 2011 a las 12:54

Es la generación que en vez de levantar el dedo levanta el ratón que ya traen incorporado de origen.Ratolin-es. La de los tweets y facebooks, la que edita en e-bubok. Otro paradigma. Otros poetas, otra poesía. Otro tiempo. ¡ Ya viejos, Antonio, añosos y añejos con solera, de frentes despejadas donde antes estilismos a lo Lennon. La voz y la palabra, eso sí, nos queda. Poetas.

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