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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

13
Mar
2014

"Culpa" y circunstancia

4 comentarios

 

Con ocasión del día de la mujer, la asociación Concilyarte ha organizado un recital en el que hemos participado artistas de diversas disciplinas. Una de las actrices, cuyo nombre no recuerdo, recitó este poema de Ángela Figuera. Quizá por la forma de leerlo, me pareció escucharlo por primera vez.

 

 

Tres cosas.

 

Una, que Ángela Figuera escapa en gran manera a los tópicos en que cayó parte de la última poesía social precisamente porque no escribe desde la finalidad o intención del poema, sino desde el interior del poema mismo, desde la propia vinculación y desde la libertad de la diferencia.

 

Dos. Que las circustancias, la ocasión y hasta la compañía en que escuchamos el poema es fuente de una experiencia nueva, por más que conozcamos la letra. O, de otro modo: que algo tan temporal y concreto como es la circunstancia en que un poema es escuchado puede, paradójicamente, tener relación con lo que sería “el espíritu del poema”.

 

Tres. La forma de leer sí importa. No defiendo la manera retórica, impostada, teatral de recitar un poema, tantas veces artificial y empalagosa. Pero tampoco la manera fría, aséptica con que en una época reciente se ha recitado y que, en el fondo, me parece una rémora de la profesionalización de la literatura, una manera más de academicismo. La poesía nace con el canto, ligada al ritmo y a la respiración; está más cerca de lo orgánico y lo entrañal que del frío papel y del sesudo distanciamiento.

 

En todo caso, el arte verdadero permanece y de su mismo meollo surte la intensidad o la distancia que lo hacen actual, precisamente por no pretenderlo. Quede, siempre, el poema:

 

Culpa


Si un niño agoniza, poco a poco, en silencio,
con el vientre abombado y la cara de greda.
Si un bello adolescente se suicida una noche
tan sólo porque el alma le pesa demasiado.
Si una madre maldice soplando las cenizas.
Si un soldado cansado se orina en una iglesia
a los pies de una Virgen degollada, sin Hijo.
Si un sabio halla la fórmula que aniquile de un golpe
dos millones de hombres del color elegido.

 

Si las hembras rehuyen el parir. Si los viejos
a hurtadillas codician a los guapos muchachos.
Si los lobos consiguen mantenerse robustos
consumiendo la sangre que la tierra no empapa.

 

Si la cárcel, si el miedo, si la tisis, si el hambre.
Es terrible, terrible. Pero yo, ¿qué he de hacerle?
Yo no tengo la culpa. Ni tú, amigo, tampoco.
Somos gente honrada. Hasta vamos a misa.
Trabajamos. Dormimos. Y así vamos tirando.
Además, ya es sabido. Dios dispone las cosas.

 

Y nos vamos al cine. O a tomar un tranvía.

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Celeste
13 de marzo de 2014 a las 17:43

Dejando aparte el hecho de que me pregunto qué podría tener en contra de la profesionalización de la literatura un poeta tan conocido (y reconocido) como tú, creo que la entrada está bastante bien. Ángela Figuera es, sin duda, una buena poeta.
De una (a Dios gracias y por el momento) profesional de la literatura y una terrible academicista, además de incendiaria por vocación :P

Dr.J
13 de marzo de 2014 a las 19:53

Esto recuerda un poco a Rudyard Kipling "If...

Anónimo
13 de marzo de 2014 a las 23:49

Encantada de tenerlo por aquí de nuevo, Dr J. Supongo que hay una gran diferencia entre ambos poemas: el primero es una especie de manual de auto-ayuda y éste una llamada a la conciencia social. Bueno, ahora que lo pienso, va a tener usted razón y no son tan distintos entre sí. Al fin y al cabo, de lo que se habla es de moralidad.
¿Moralidad? No sé, prefiero los poemas más subjetivos. Que yo sepa, ningún místico daba respuestas fáciles. Pero sí, a pesar de mis preferencias, me sigue pareciendo bueno. Y hay un verso que casi parece adelantarse en el tiempo: ¿predijo el Sida la escritora, y su terrible plaga en África? Terrorífico de sólo pensarlo.

Anónimo
14 de marzo de 2014 a las 08:43

Me refiero a una profesionalización que mire la literatura sólo como objeto de estudio o la tarea creativa poetica como tarea de especialistas, olvidando su origen y su relación con la experiencia vital e histórica. Pero nada en contra por lo demás.

Muy buena observación, DrJ, con If de Kipling. Tenemos que hacer un día una entrada sobre este poema.
Antonio Praena

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