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Blog El atril

Fray Antonio Praena Segura, OP

de Fray Antonio Praena Segura, OP
Sobre el autor

14
Nov
2015

Alá siente vergüenza

4 comentarios

"Alá es grande". A este grito, que sepamos, que de momento sabemos muy poco, han comenzado al menos dos de los tiroteos en París. ¿Es el Islam el principal problema de nuestro mundo hoy?

Hace años, en un curso de doctorado, Olegario González de Cardedal, el mejor teólogo vivo en España, iba más allá -y hace bastantes años que la cuestión anda por las facultades de teología-: ¿es la religión el principal problema de la humanidad? Con honestidad intelectual y valentía teológica, así nos lo planteaba. El debate se complica si tenemos en cuenta las monstruosidades cometidas por los regímenes de un signo y otro que han querido arrancar de raíz una pregunta, la de Dios, que tiene más que ver con la constitución humana que con Dios mismo.

Pero no por ello se disuelve la pregunta respondiendo con un sí o un no. A no ser que nos reinventemos la historia del ser humano, desde las cavernas hasta hoy, intentar arrancar la pregunta por Dios parece que lo que consigue es radicalizar las ideas de Dios.

Pero en esta noche espantosa de muerte en París, seamos más humildes y claros: desde luego, por lo que a mí respecta, el Islam no tendrá ninguna autoridad moral hasta que, desde dentro y desde su raíz, no desarticule y pase por una racionalización crítica, radical y sin contemplaciones cualquier interpretación de sí mismo que pase por la violencia, del tipo que sea. No acepto ninguna violencia ni ninguna discriminación en nombre de ningún Dios. En eso, la mística ayuda: si es preciso llegar a vivir sin la idea de Dios para encontrar la paz, la justicia, la igualdad y la fraternidad, bien estará arrancar por completo aquellas imágenes de Dios que sean mortíferas, dañinas. Porque son simplemente un ídolo humano. Deus Semper maior. Dios es siempre otro, al menos para escapar de la vil manipulación humana.

El cristianismo, desde la ilustración, se ha venido enfrentando a esa purga crítica. Y hoy en día tampoco lo ha conseguido por completo -no nos miremos al espejo para admirarnos-. Aún le queda mucho por hacer y pensar. Si hay una línea que marque la historia de la teología de estos tres últimos siglos, es esa, el autoanálisis y la autocrítica textual, histórica, sociológica, política, de género y espiritual, sobre todo espiritual, de sí mismo.

No, los labios que dicen Alá es grande mientras acaban con la vida de alguien y aquellos que lo aprueban o son silenciosamente cómplices no van al paraíso. Traen el infierno.

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No estoy de acuerdo, padre
14 de noviembre de 2015 a las 13:13

Siempre que el Islam o musulmanes hacen lo que acaban de hacer anoche, siempre encontramos artículos como el suyo hablando del Islam, los cristianos, las religiones, todas juntas. Nada, todos igualitos, ¿verdad? Tururú, padre. Cuando no se quiere pone el foco en el problema y se criminaliza a las otras religiones, vamos mal. Hasta los budistas (algunos) el otro día la prensa lo recogía, son muy críticos con lo que piensan del Islam. Es una pena este buenismo de algunos cuando el Islam al nombre de Alá mata. No recuerdo la sala de fiestas masacrada, o el boulevard y el restaurant ametrallado por catequistas cristianos, recuérdeme padre la última vez que fue.

Antonio Praena
14 de noviembre de 2015 a las 13:58

Creo que no digo en absoluto nada de lo que usted supone que digo. Ni en los comentarios de Facebook donde está cologado y abundantemente compartido el artículo lo he visto. Pero respeto su opinión.

Martín Gelabert
15 de noviembre de 2015 a las 11:53

De acuerdo Antonio: Alá siente vergüenza. Y todos los seres humanos de buena voluntad también sentimos vergüenza y estamos indignados. Y si además de personas de buena voluntad somos creyentes en Alá, en el único Dios que se reveló a Abraham, con más razón aún nos avergonzamos y pedimos perdón por tanta barbarie.

Marcela Vega
22 de noviembre de 2015 a las 16:54

Es interesante lo que ha escrito, sin duda ya se había predicho que al final querrían destruir la religión. Comienzo a ver ahora más que nunca sus primeros frutos. Con el tema del Islam. Erradicar la religión supondría un verdadero caos, pero finamente será la desición que tomarán todos los reinos del mundo. Y comenzaremos a ver más las predicciones que en la Biblia escritas están, que a continuación pasarían.

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